El coordinador de voluntarios en Valencia explica cuál es la manera más efectiva de ayudar a los afectados
Son miles de personas las que bajarán este fin de semana a prestar su ayuda por la catástrofe sucedida en Valencia
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Una semana después de los destrozos ocasionados por la DANA en España, especialmente en la provincia de Valencia, es incesante el número de voluntarios que llegan hasta allí desde muchos puntos de España. Además, ellos llegan casi siempre cargados de material, comida y enseres que son tan necesarios para la gran cantidad de familias y negocios en los que se ha perdido todo.
Pero si hay algo que ha dejado a muchos gratamente sorprendidos, esa es la grandísima movilización que están haciendo multitud de jóvenes desde todo el país. Los jóvenes son un colectivo al que otras personas más mayores asocian a las redes sociales, estar con el móvil o incluso a la irresponsabilidad, pero en este caso está demostrando una solidaridad intachable.
Van a Valencia, con sus palas, sus botas de agua para ayudar a los que eran hasta hace poco más de una semana, iguales que ellos, pero ahora se han quedado sin nada. Casos como los de Alan y Néstor, dos jóvenes de 16 y 19 años respectivamente, que caminan durante más de una hora para llegar a ayudar en otras poblaciones muy afectadas por la DANA, se multiplican en miles.
El fin de semana
Este viernes, al igual que ocurrió la semana pasada y seguirá ocurriendo durante algunas más, serán muchas las personas que dejen sus hogares con el propósito de partir con destino a la provincia de Valencia a seguir ayudando con las tareas de limpieza y el reparto de comida y enseres.
En La Tarde ha hablado Gabriel, un joven que con 23 años que el fin de semana se va a Valencia con 3 amigos para ayudar. “Somo cuatro y vamos en dos coches para llevar la máxima cantidad de material posible”, afirmaba Gabriel. Van a Masasana, Catarroja y todos los lugares que necesiten de su ayuda.
Llevan palas, rastrillos, botas y material impermeable que no les ha sido fácil conseguir, y tampoco saben donde van a dormir, aunque confían en poder hacerlo en alguno de los lugares habilitados para ello, y, en su defecto, en el coche, algo que no descartan.
Voluntarios
Es cierto que son miles los voluntarios que están allí todos los días y que se multiplican los fines de semana, pero para que la ayuda sea efectiva y quede bien repartida se necesita una muy buena organización de la gente. Aspectos como a que población de las afectadas va cada grupo o que materiales se necesitan en cada sitio son fundamentales para que todo salga de la manera más eficaz.
Miguel Salador, coordinador de voluntarios afirma que gestionan y organizan esto como si fuera un concierto de grandes dimensiones, con tickets, en el Museo de las Artes y las Ciencias. “Hay gente durmiendo en tiendas de campaña” porque son muchos los voluntarios que hay allí.
Desde allí se coordinan con los distintos ayuntamientos y salen por la mañana temprano en autobuses llenos de voluntarios para poder prestar esa ayuda de la manera más óptima y eficaz. Además, en este caso se debe hacer diferenciación entre voluntarismo y voluntariado, ya que el voluntarismo consiste en ayudar por cuenta propia y de manera libre, y el voluntariado es una tarea organizada, algo que en casos como este, donde hay tantísima gente y el lugar es un caos porque las calles tardarán mucho en despejarse completamente.