Fernando de Haro analiza la vuelta del Rey emérito a España y su primer acto público en Sanxenxo
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Desde 1981 correr por la playa fue otra cosa, algo diferente. Desde aquel momento mientras corres por la playa escuchas las olas del mar, sí, pero también la banda sonora que Vangelis compuso para la película carros de fuego. El cristiano Eric, el apasionado Abraham corren descalzos, contentos llenos de esperanza. Se preparan para la olimpiada de 1924. La película se estrenó en la época dura de las drogas, y esta era la historia de unos muchachos con grandes ideales, unos muchachos que habían convertido el atletismo en una forma de heroísmo. Vangelis ha muerto hace unas horas pero su música que nos animó a correr y nos hizo desear un heroísmo sencillo como el de los carros de fuego sigue sonando.
Quizás hoy alguien se ha dado cuenta de que fue mala la idea obligar al Rey emérito a salir de la Zarzuela y obligarlo a marcharse de España.
Mientras Juan Carlos I aparecía esta mañana, con problemas de movilidad, en el club náutico de Sangenjo, mientras medio centenar de personas lo aclamaba, el PSOE, no Podemos, el portavoz del PSOE Felipe Sicilia, exigía explicaciones y una petición de perdón del Emério. Sánchez solo había reclamado hasta ahora explicaciones pero debe estar molesto, enfadado -para no decirlo de otro modo- por la expectación y el apoyo que ha suscitado la visita de Juan Carlos I. Están tan molestos en Moncloa y en el PSOE que la exvicepresidenta Calvo ha escrito en tuiter que lo de Sanjenjo es un bochorno. El Emérito antes de acercarse al mar, por lo que hemos sabido, ha desayunado fuerte. Echenique, portavoz de Podemos, ha visto confirmado su gran argumento para descalificar la visita de Juan Carlos I
A Podemos le parece que la monarquía es mala, que el Emérito no puede visitar España y le parece mal que no esté a pan y agua.
A pan y agua, porque aunque la Fiscalía haya archivado las investigaciones, no basta con la abdicación, la retirada de la asignación pública, el destierro y el haberse quedado sin casa, el Emérito tiene que estar a pan y agua. A lo mejor alguien en el Gobierno ha pensado que hubiera sido mejor que el Emérito no se fuera porque, de momento, el regreso ha sido triunfal. La monarquía es un problema para el 0,2 por ciento de los españoles, según el último Cis de Tezanos.
Juan Carlos I ha tenido en varias ocasiones una conducta moralmente reprobable. Y eso ha hecho daño a las instituciones. También hizo mucho porque tuviéramos instituciones democráticas. Su conducta no justifica un exilio forzoso. Los españoles con causas abiertas con la justicia, y el Emérito no las tiene, no son obligados a exiliarse. Tampoco se entiende bien, o se entiende demasiado bien, que no le dejen dormir en Zarzuela.