Fernando de Haro: "Los ERTE fueron y son una estupenda fórmula para salvar a las empresas viables"
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El tiempo se echa encima. Quedan seis días para el final de mes, quedan seis días para que vence la prorroga de los Ertes, de los que se benefician casi 600.000 personas. Hay en España casi 600.000 personas pendientes de que haya un acuerdo entre Gobierno, empresarios y sindicatos para la prórroga de los ERTE. El Gobierno quería que se aprobara en el Consejo de Ministros de este martes, pero ahora anuncia que se puede celebrar un nuevo Consejo de Ministros extraordinario, que puede ser el jueves o el viernes.
En realidad no hay grandes desacuerdos entre el Gobierno, sindicatos y empresarios. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ya ha conseguido poner de acuerdo con los agentes sociales en que la prestación que cobren los acogidos al ERTE sea del 70 por ciento de la base reguladora y que se acoja a los fijos discontinuos, que son por ejemplo los que trabajan en el campo. ¿Cuál es entonces el motivo de la diferencia? La diferencia es con el ministro de Seguridad Social, el ministro Escrivá. Los ERTE, además de suponer un pago de la Seguridad Social al trabajador, incluyen la exoneración de cuotas a la S. Social. El empresario deja de pagar esas cuotas o parte de esas cuotas y eso le ayuda a no tener que cerrar la empresa.
"EL TIEMPO CORRE EN CONTRA"
La diferencia está en el porcentajes de cuotas que se le alivian al trabajador. El ministro Escrivá quiere que la exoneración de las cuotas vaya disminuyendo hasta quedarse entre el 55 y el 45 por ciento en septiembre según la empresa. ¿Por qué propone esto el ministro de la Seguridad Social? Por dos razones. Para alentar que las empresas vayan animándose a reducir los ertes y para que haya menos gasto. ¿Por qué se resisten los empresarios? Porque cuantas más exoneraciones haya más fácil es mantener la empresa a flote.
Los ERTE fueron y son una estupenda fórmula para salvar a las empresas viables y los empleos. Han sido un instrumento estupendo, pero a medida que se alarga la crisis, dejan de ser un instrumento tan útil como han sido. Pero según ha advertido el Banco de España a medida que pasa el tiempo su efectividad se reduce.
En el caso de los ERTE el tiempo corre en contra. En el cuarto trimestres del año pasado la posibilidad de salir de un ERTE y tener otra vez trabajo se redujo a un treinta y dos por ciento. Dos de cada tres trabajadores en ERTE pueden no volver a su trabajo. Los ERTE no han ayudado especialmente a los jóvenes. Por eso el Banco de España defiende que hay que empezar a gastar dinero en lo que se llama políticas activas de empleo, en formación. Esto se dice pronto, pero supone un cambio de mentalidad, un gran esfuerzo personal. El problema es que hasta ahora las políticas activas de empleo en España han funcionado.
Este Gobierno quiere cambiarlas. Ya veremos si lo consigue. Ahora no, pero en septiembre o cuando se acaben los Ertes porque los Ertes se tienen que acabar podemos tener 400.000 parados más.