De Haro: "¿Quién tenía interés en conocer lo que decían Sánchez y Robles durante la crisis con Marruecos?"
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Hoy es fiesta en siete comunidades autónomas. Los que hayan decidido quedarse en casa y no salir de puente se están ahorrando un dinerito. El precio medio del litro de gasolina está en 1,85 euros. Una vez más, se está cumpliendo esa ley que castiga a los consumidores.
Cuando el precio del petróleo sube, rápidamente sube el precio de la gasolina, cuando baja el precio del petróleo, el precio de la gasolina tarda mucho en bajar. Al comenzar la guerra, el barril de petróleo subió hasta casi 140 dólares. En el mes de abril costó de media 105 dólares y hoy está a cien dólares. Pero esto puede cambiar.
Rusia recibe casi 300 millones de dólares al día, un montón de dinero, por el petróleo que vende a Europa. Con ese dinero en este momento, Putin está matando ucranianos. Por más que lo ha pedido Estados Unidos, los socios de la Unión Europea se han resistido a hacer un embargo y no comprarle a Putin más petróleo.
Ahora las cosas están cambiado: Alemania, que era el país que se oponía a tomar esta decisión, está girando. La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, se ha mostrado partidaria de la medida.
España no depende mucho del petróleo ruso, es nuestro octavo proveedor. Le compramos petróleo, sobre todo, a Nigeria, México y Libia. Pero sí se produce el embargo de Rusia, que parece conveniente para acortar la guerra. Hay quien estima que el barril de petróleo puede llegar a 185 euros.
Si a los 100 euros el petróleo, la gasolina nos cuesta casi dos cueros, con el petróleo a 185 la subida puede ser muy importante. En las ciudades planas, igualmente se ponen de moda las bicicletas.
Y en esas estamos cuando el Gobierno ha convocado esta mañana una rueda de prensa con mucha urgencia. El ministro de presidencia, Félix Bolaños, nos ha contado que Sánchez y Robles, el presidente del Gobierno y la ministra de Defensa, también han sido, como los independentistas, espiados por Pegasus. Fueron espiados hace un año, cuando estaba en su momento más álgido la crisis con Marruecos.
El espionaje fue de un agente externo. ¿Quién tenía el máximo interés en conocer lo que decían el presidente y la ministra de Defensa durante la crisis con Marruecos? Pues eso. Y ahora le hemos reconocido el Sáhara sin conseguir abrir las fronteras.
El anuncio hecho por el Gobierno tiene tres problemas: de credibilidad, de oportunidad, y de conveniencia. Ni la oposición ni los socios de Sánchez le han dado credibilidad al anuncio.
Es probable que se produjeran las escuchas. Se han realizado escuchas a 50.000 personas en el mundo con Pegasus. Si no te escuchan, no eres nadie. Pero como Sánchez tiene un superávit de oportunismo y un gran déficit de transparencia, es lógico pensar que el anunció de lo que sucedió hace un año se haga ahora que los independentistas le cercan por las escuchas del CNI.
Y luego está la conveniencia. En julio del año pasado, ‘Le Monde’ contó que Macron había sido espiado por Marruecos. Macron, como es lógico, nunca lo confirmó. Si un primer ministro o un jefe de Estado ha sido espiado, conviene no confirmarlo, no aceptar vulnerabilidad en los sistemas de seguridad.
Pero aquí esa regla no se cumple, Sánchez vuelve a utilizar cosas serias para intentar resolver su problema del día, de la semana o del mes.