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"Los beneficios que podría tener para todos si este chico de Calpe diese la vuelta a su vida, si todo ese talento que ha demostrado para atacar sistemas, lo utilizara para protegerlos"
La directora de 'La Tarde' analiza la historia de un joven de 18 años de Calpe que ha conseguido burlar todos los sistemas de ciberseguridad mundiales
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Esta es la historia de un chico normal con una familia normal de Calpe en alicante alguien con una vida que no llama demasiado la atención. Te hablo de un joven que acaba de cumplir los 18 años, estudiante de un módulo de FP, de esos que se pasa muchas horas en su habitación trasteando con los ordenadores.
Nadie espera que la Guardia Civil, la Policía Nacional, el CNI, la Europol y hasta el Departamento de Seguridad de Estados Unidos le estén siguiendo la pista, porque ese chico normal ha hecho algo totalmente inusual.
Ha conseguido hackear y acceder a las bases de datos de al menos 40 organismos públicos y privados, hasta que fue detenido el pasado viernes en su domicilio familiar. No es un caso al uso, ni por la intensa actividad que llevaba a cabo, ni por los objetivos de los ataques.
En la mayoría de los casos hablamos de sitios empresas y organismos considerados estratégicos; es decir, que su protección a todos los niveles son una prioridad para los intereses de España, también en el área de la ciberseguridad.
Bueno, pues este chico ya con 17 años había conseguido sortear todos los controles y acceder a bases de datos y brujolear por las web del Ministerio de Defensa, la DGT, diferentes universidades o la propia Guardia Civil y puestos a plantearse retos, consiguió acceder además a la OTAN, la web del ejército de EE.UU y la de Naciones Unidas, entre otros muchos.
Intentaba dejar su huella evidenciando que la web había sido hackeada, con lo que seguramente también buscaba la notoriedad. Desde luego lo consiguió, porque ha llamado la atención de mucha gente y de muchos servicios de seguridad y agencias de inteligencia en todo el mundo.
Su mérito está en acceder a estos sistemas, pero también en saber ocultar su rastro, aunque no tanto como hubiera deseado. Según la investigación, obtenía credenciales de seguridad en foros de Telegram a cambio de unos 500 dólares, después conseguía moverse con relativa facilidad en los sistemas que atacaba y por supuesto, en muchas ocasiones intentaba vender esos datos en la internet oscura, en la dark web.
Estamos hablando de un chico de ahora 18 años, autodidacta, y que no llevaba demasiado tiempo en este oscuro negocio y podía pecar de inocente. A los investigadores les ha llamado la atención que ofrecía esos datos robados demasiado baratos, lo que hacía sospechar incluso a los compradores en la internet profunda.
Ahora está en libertad con cargos, acusado de revelación de secretos, acceso ilícito, daños informáticos y blanqueo de capitales. Es la justicia la que debe encargarse de que asuma las consecuencias, pero me gustaría imaginar los beneficios que podría tener para todos si este chico de Calpe diese la vuelta a su vida, si todo ese talento que ha demostrado para atacar sistemas, lo utilizara para protegerlos. Me da que alguien más puede estar pensando lo mismo.