"Con el 'caso Koldo' se han puesto en marcha los ventiladores y llega un tufo importante"

El PP mueve ficha para tratar de arrinconar al PSOE en los tribunales. En concreto en la Audiencia Nacional y lo ha hecho con una denuncia por financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias. Se basa en las informaciones que recogen como empresarios habrían llevado presuntamente bolsas de dinero a la sede socialista de la calle Ferraz, en Madrid.  

Todo este lodo viene de los polvos del 'caso Koldo', a punto de convertirse ya en 'Caso Ábalos' si el exministro y exsecretario de organización del PSOE acaba imputado como todo parece indicar. Será la justicia, a no mucho tardar, la que pueda determinar si al final acabamos por hablar del 'Caso PSOE' como apunta el Partido Popular.

Está claro que Pedro Sánchez no atraviesa su mejor momento. Su supervivencia política se basa en ceder una y otra vez ante las pretensiones independentistas, pero paradójicamente esa es a la vez su gran baza.

Estos partidos, como Bildu, Esquerra, Junts o incluso el PNV le pueden presionar mucho, pero no le dejarán caer fácilmente. Son conscientes de que con un Sánchez débil en Moncloa pueden sacar mucho más que con cualquiera otra alternativa de la oposición.

Por este motivo, el PP ha descartado cualquier moción de censura. Ahora mismo no saldría adelante y Sánchez acabaría de nuevo reforzado, como pasó cuando Vox presentó su moción con Ramón Tamames como candidato.

Esto es lo que el PP quiere evitar. Sin embargo, la vía judicial que ha elegido no depende de las cuentas parlamentarias.

Es el camino largo, pero puede desgastar mucho más a Sánchez si la querella contra el Partido Socialista avanza, porque no olvidemos, además de presidente del Gobierno, Pedro Sánchez es secretario general del PSOE.

Nadie sabe en este momento qué recorrido tendrá la denuncia del PP en la Audiencia Nacional, pero en el 'caso Koldo', o 'caso Ábalos' se han puesto en marcha los ventiladores y llega un tufo importante.

Si el caso se extendiera, una presunta financiación ilegal, como denuncia el PP, el hedor ya se haría insoportable incluso para aquellos partidos acostumbrados a hacer política tapándose la nariz para buscar su propio beneficio.