La abundante publicidad de alimentos con una elevada cantidad de azúcar aumenta el sobrepeso infantil

Baltasar Ozores, pesa 320 kilos y su vida es una autentica carrera de obstáculos. Necesita una operación de vesícula pero la sanidad gallega no tiene ninguna camilla que pueda soportar dicho peso. Baltasar busca una solución que a día de hoy pasa por adelgazar. Este caso no es el único, Teófilo pesa 380 kilos y sigue ingresado en el Hospital de Manises, sus traslados son un drama. Son los casos más extremos que ya se considera la gran epidemia del siglo XXI. Pero, ¿dónde empieza esto?

"Yo creo que hay varios culpables, por una parte somos especialistas en copiar lo malo de EE.UU"

Hablamos en 'La Tarde' con Miguel Ángel Martínez González, catedrático de la Universidad de Navarra en Salud Pública y experto en nutrición: “Se da la paradoja de que en los países mediterráneos menos se sigue el consumo típico de la dieta mediterráneo, está constatado por varios informes. Cuanto más jóvenes menos se conforman con el patrón de dieta mediterránea”.

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Las alertas se han disparado, la obesidad infantil ronda ya el 20%: “Yo creo que hay varios culpables, por una parte somos especialistas en copiar lo malo de EE.UU. Por otro lado esto se suma el esfuerzo de industrias alimentarias para conseguir diseñar con una ingeniería no solo de alimentos, sino social, diseñar el patrón alimentario para que no podamos parar".

Uno de los peores alimentos son las bebidas con gas: "Los refrescos son el aliento que produce más ganancia de peso. Se puede tomar los que 'zero' que no tienen azúcar, pero acostumbran a tener el paladar muy dulce, y te convierten en proclive".