Fernando de Haro: "Ojo que los precios no bajan, lo que sucede es que suben menos"
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Rusia invadió Ucrania, España se convirtió en noticia mundial por el volumen de incendios, la reina Isabel II de Reino Unido murió, Mahsa Amini, joven iraní de 26 años fue detenida por la policía de la moral por no llevar bien puesto el velo. Murió poco después por las lesiones provocando una revuelta en Irán que todavía dura, el mundo superó los 8.000 millones de habitantes, los precios de gasolina y electricidad estuvieron desatados, tuvimos problemas en la cadena de suministro, el Gobierno acabó más en manos del independentismo. No todo es negativo ni apocalíptico. Polonia acogió a más de dos millones de refugiados ucranios este año. Sus ciudadanos gastaron 2.100 millones de dólares en ayuda. Cada vez más niños y niñas acaban la escuela. Las vacunas contra la Covid-19 siguieron salvando vidas. La pena de muerte se abolió en cinco países. España batió otro récord renovable. En abril logró generar el 40% de su electricidad a partir de energía eólica y solar. La previsión es que 2022 iba a ser el año en el que volvíamos a cierta normalidad después del Covid, pero este año nos hemos vuelto a dar cuenta de que eso que en nuestra imaginación llamamos normalidad cada vez existe menos o simplemente no existe. Muchas cosas, también las buenas, no las habíamos imaginado. Estos tiempos tan oscuros para ciertas cosas y tan luminosos para otros dejan claro que la historia no es lineal, no es predecible, no se puede explicar como se explican las leyes de la termodinámica. Por eso es inútil huir de la realidad, la realidad en realidad es lo más interesante que nos ha sucedido. Pensemos en los ucranianos. Lo deseable es que nunca, jamás, se hubiera producido la invasión, que nunca se hubieran producido los millares de muertos que ya se han producido y que van a producirse. Ante tanta injusticia el factor humano se ha impuesto en la guerra. La mayoría no hubiéramos podidos imaginar que hubiese un pueblo como el ucraniano dispuesto a luchar como están luchando por la defensa de la libertad.
Buena noticia económica: los precios en este mes de diciembre.
Han caído hasta el 5,8% en diciembre, la cifra más baja del año. ¿Por qué sigue descendido la curva de la inflación? Ojo que los precios no bajan, lo que sucede es que suben menos. ¿Por qué? Esta rebaja de la curva de la inflación se debe a que los precios de la electricidad suben menos que en diciembre de 2021 y a que los carburantes registran un descenso mayor que el del año pasado. El índice de Precios al Consumo (IPC) vuelve a moderarse en diciembre por quinto mes consecutivo. La buena noticia, como siempre tiene matices.
Cuál es la la mala noticia, que lo que los economistas llaman la inflación subyacente sube hasta casi el 7 por ciento. ¿Qué es la inflación subyacente? La inflación subyacente es otro modo de medir los precios. Para calcularla se quitan los de los alimentos frescos y las energías. Y es un indicador más preciso de la situación en la que estamos. Eso significa que la curva de la inflación va hacia abajo, pero que si vuelve a subir el gas y petróleo puede volver a subir.
Acabamos el año por debajo del 6 por ciento de IPC. ¿Y los salarios? La variación salarial recogida en convenios se limita al 2,69%, Los supermercados y el sector público, entre los que más incrementan las retribuciones.
Es buena noticia para la economía, a corto no es buena para los trabajadores.