La gran ayuda de Audrey, Nemo y Kennta, tres perros de terapias que mejoran la vida de sus dueños
En 'La Tarde' conocemos a estos tres perros de apoyo emocional y a sus dueños y psicólogos que nos explican la importancia de este tipo de terapias
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Se suele decir que el perro es el mejor amigo del hombre. Sí, puede que no hablemos el mismo idioma, pero son capaces de entender nuestras manías y nuestras emociones. Y en todos esos procesos nos terminan acompañando.
Cuando se van, les echamos muchísimo de menos. Sí, los perros son una parte fundamental de nuestro día a día, y, gracias a su incondicional compañía, se convierten en nuestro mejor aliado.
Además, son capaces de ayudar a las personas que más lo necesitan. Personas que son pacientes de enfermedades como la diabetes o con algunos trastornos. Seguro que has escuchado hablar de las terapias asistidas perros.
En ellas, el paciente interacciona con el perro que le ayuda a sobrellevar un problema en concreto. Son perros que son oficiales y están reconocidos por la ley. Sin embargo, no pasa lo mismo con los perros de terapia y apoyo emocional, que ayudan a superar fobias, depresión o ansiedad.
Estos pacientes y personas que trabajan con ellos, piden que la ley los ampare y reconozca, como sucede con los perros de asistencia y como pasa en países como Estados Unidos.
De hecho, actrices y artistas como Jennifer Gardner o Ariana Grande tienen perros de apoyo emocional para superar sus traumas.
Dos perros de apoyo emocional que nos visitan en el estudio
Por supuesto, estos animales están perfectamente entrenados para acompañar a sus dueños, que son los pacientes. Para ello, trabajan con estos perros los psicólogos como Sandra Martínez.
“La principal diferencia es que el perro de asistencia está entrenado para un caso concreto (diabetes, guía sensorial), y el de terapia entra a formar parte de una terapia en un caso concreto clínico donde se programan una serie de objetivos” comenzaba a explicarnos.
Ella trabaja con dos perros que han venido al estudio de 'La Tarde' para conocerlos. Nemo, por ejemplo, “trabaja aspectos sensoriales y procesos emocionales”, mientras que Audrey “trabaja con esclerosis múltiple o discapacidad intelectual” decía.
Ella cuenta que, cuando trabaja con un perro y un paciente, lo hace de tal manera que el paciente se convierta en la referencia del animal “para que poco a poco esté más tranquilo y obedezca en las diferentes situaciones que pueda ir con él, como en los exámenes del instituto” expresaba.
Carmen Cuesta es psicóloga de la Asociación Hydra y trabaja con la asistencia con perros. “Nos hemos encontrado de todo tipo de pacientes. Cuando hay un trastorno siempre está implícito el aspecto emocional, cuando vamos a un centro de discapacidad intelectual está incluido. Somos bastante abiertos a todo tipo de trabajo” explicaba.
“Los perros de terapia tienen muchos beneficios, como realizar ejercicio, te encuentras mejor, si estás nervioso el perro puede ayudar a tener sesiones de relajación. Si te encuentras bien, psicológicamente estás mejor, te ayuda a trabajar la memoria” aseguraba.
El ejemplo de un paciente con su perro
Maryan es la madre de Ángel, un adolescente de 16 años autista. Ellos ahora tienen a Kennta, un perro que llegó a su vida hace dos años de forma casual.
“Teníamos dos gatos en casa y veíamos cómo Ángel conectaba con el gato en momentos de tensión, un día se nos puso malito y murió, y de casualidad una amiga tuvo cachorritos, y lo trajimos como compañero para él. Enseguida se hizo” explicaba en 'La Tarde'.
Para Ángel, este joven, Kennta es su mejor amigo y asegura que ha facilitado mucho su vida. “Es un perro que, cuando no está en la calle es tranquilo, pero en casa es más nervioso. Es un perro muy social, pero hay que estar muy pendiente de él” nos explicaba.
“Nos hicimos muy amigos, ha pasado a ser mi mejor compañero. Intento sacarlo yo siempre a pasear” aseguraba.