Madrid - Publicado el - Actualizado
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480 mil jóvenes se emborrachan cada fin de semana, y además a la mayoría les compensa a pesar de los riesgos que corren, sobre todo para su salud. Empiezan a beber entre los 14 y los 17 años y que uno de cada tres consume una cantidad peligrosa de alcohol y drogas. Son unos datos que arroja una adiografía de los hábitos de la juventud española.
En muchos casos son niños que beben de forma compulsiva. Tres, cuatro o cinco copas en poco tiempo, en un par de horas. Prácticamente todos los jóvenes han consumido alcohol antes de llegar a los 18 años.
Las cifras son duras aunque en los últimos años la edad de inicio al consumo de las tres drogas más habituales, alcohol, tabaco y cannabis, ha subido ligeramente. La que más la del tabaco, de 13,3 años a 13,9.
Conociendo estos datos, el Gobierno acaba de aprobar la nueva Estrategia Nacional de Adicciones. Por primera vez se impulsan medidas para abordar este problema.
Además de las adicciones al alcohol, a las drogas, hay que tener en cuenta las nuevas tecnologías. Los jóvenes se pasan el día pegados al móvil y al ordenador.
Se las conoce como 'las adicciones sin sustancias'. Son el uso compulsivo de las redes o el juego online. El 9,8% de los menores de 18 años reconocen que han apostado alguna vez por internet, que no quiere decir que sean ludópatas.
En cuanto a los adultos: el 0,9% de la población es adicta al juego de azar. El 44,8% ha apostado alguna vez antes de alcanzar la mayoría de edad.
Estos datos los han analizado en 'La Tarde' Mario Garcés, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Luis Bononato, presidente Proyecto Hombre, y Jaime del Corral, psiquiatra de la Clínica Nuestra Señora de la Paz.
El secretario de Estado ha apuntado que la estrategia se ha diseñado a raíz de "un conjunto de estadísticas recurrentes sobre determinados grupos de población", y lamenta que, aunque las cifras recogen la "reducción del consumo de muchas sustancias psicoactivas en los últimos años. Hay algún dato muy preocupante", especialmente "la edad de inicio de los jóvenes en el consumo de alcohol o de tabaco".
Para Luis Bononato, lo más grave es " la ausencia de riesgos que tienen los menores con el consumo de alcohol", la "banalización del consumo". "Cada vez es más fácil el acceso a las sustancias y de ahí el riesgo del aumento del consumo de las mismas".
Según el doctor Del Corral, "el cerebro de un menor tiene una enorme capacidad para aprender", por lo que "cuando el alcohol incide sobre un cerebro joven deja una huella más poderosa y más difícil de borrar que cuando incide sobre un cerebro más formado". Por ello, coincide en señalar que lo más grave de estas cifras "el adelantameinto en el inicio" en el consumo.
Otro dato preocupante que aborda la Estrategia es el incremento del consumo de imnosedantes entre las mujeres: dos tercios de la población que consume imnosedantes son mujeres. Para Luis Bononato, la principal vía de consumo de estos medicamentos es el ámbito sanitario: "Se lleva a cabo a través de los centros de salud, donde en lugar de ser un tratamiento hablando con la persona, dedicándole tiempo, vamos directamente al síntoma y a tratar con ansiolíticos".
"Hay una diferencia entre hombre y mujer", apunta Bononato: "El consumo doméstico se da en el ámbito privado más en las mujeres que en los hombres, que utilizan el alcohol o la cocaína en bares, lugares más públicos".
ADICCIÓN ON LINE
Las conocidas como "adicciones sin sustancia" entran por primera vez en los planes estatales para combatir las adicciones. Aquí entra el uso compulsivo de las nuevas tecnologías, con la conexión a redes sociales o las apuestas on line.
Se trata de un ámbito, según el doctor Del Corral, que todavía no tiene un diagnóstico concreto que permita hablar de adicción: "Se está estudiando cuáles serían los criterios para considerarlo una enfermedad", explica.
Pero "se está desarrollando una teoría sobre él, pero se han creado una serie de mínimos que hacen pensar que se esté enganchado". De momento son tres parámetros:
- Que pierden el control sobre el inico y sobre el final del juego. Que no sea capaz de dejar de jugar.
- Jugar en momentos en los que no debe, que sea una prioridad en su vida.
- Que tengan unas consecuencias negativas y significativas sobre su vida.
Respecto a los juegos on line, según Mario Garcés, "las encuestas revelan la facilidad que tienen los jóvenes entre 14 y 18 años para acceder a páginas on line de juegos".
"El 9,8 entre 14 y 17 años reconoce haber jugado dinero el último año", por lo que "es un tema que tenemos que atajar. Desde la oferta de los servicios de juego como desde la perspectiva de la demanda", explica el secretario de Estado.
"Un elemento central es la publicidad. Estamos trabajando en un reglamento de establecer algunos límites y cautelas a la publicidad en los juegos".
Para combatir estas adicciones, el presidente de Proyecto Hombre pone foco en la prevención. "Cada vez se tiene más claro que deben de participar el máximo número de personas y de ambientes distintos. Que la familia esté involucrada, el ámbito educativo, el sanitario, el judicial..."
"Para nosotros es más fundamental la coordinación y el conocimiento", explica Bononato, quien se detiene en la importancia de incidir en proponer un hábito de vida saludable. "Se tiende no a hablar de prevención de drogas sino de educación de hábito de vida saludable, porque eso va a permitir generar recursos y que la persona joven sea crítico ante toda la presión que recibe de diferentes ámbitos".