Las altas temperaturas disparan la factura de la luz a la más cara de la década

La factura de la luz encadenó su tercera subida consecutiva durante el vernao, julio ha sido el mes que ha marcado su precio más alto en el año (60,94 euros), y es un 3,16% más cara que en junio para un consumidor medio acogido a la tarifa regulada, o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC).

El recibo de la luz para un consumidor tipo con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 KWh al mes) es un 8% más caro que en julio del año pasado, cuando fue de 56,43 euros, según datos obtenidos del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). La factura de la luz para este tipo de consumidor ha sido en julio del 2018 de 60,94 euros, 1,87 euros más que en junio pasado y 4,51 euros más cara que hace un año.

El recibo de la luz comenzó el año con un descenso en enero del 7,6% con respecto a diciembre y luego encadenó bajadas hasta mayo, cuando repuntó un 7,7%. Desde entonces ha habido otras dos subidas, del 0,27% en junio y del 3,16% en julio. En el mercado mayorista el precio de la electricidad llegó a alcanzar el pasado 26 de julio un máximo de 66,03 euros por megavatio hora (MWh), por encima de la media registrada en junio, que fue de 58,46 euros por megavatio hora (MWh) y que fue hasta esa fecha la máxima del año.

"Siempre que hay más demanda, y que la gente consuma más. incrementa se incrementa el precio"

En 'La Tarde' hemos podido hablar con el economista y profesor de la Fundación de Estudios Financieros, Miguel Ángel Bernal: "Solo en el mes de agosto el recibo de la luz se ha disparado un 13%. Estamos en el verano con la electricidad más cara de los últimos años. Porque el 25% proviene de quemar carbón y gas. Ha subido los impuesto medioambientales un 200%, por eso hay un gran encarecimiento por esta subida. Hay más impuestos que repercuten de dos formas. Primero hay un IVA sobre el cien que se quema del carbón. Como el IVA es del 21% se recauda más".

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"Siempre que hay más demanda, y que la gente consuma más. incrementa se incrementa el precio. Eso que se llama energías renovables, los grandes molinos, en el verano se produce poco, y se quema más carbón. Y las configuraciones más baratas suben los precios. Eso es realmente la gran característica".