Los altos cargos nazis que escaparon de la justicia internacional a España: "Vivían a cuerpo de rey"
Un profesor de historia ha explicado en 'La Tarde' cómo algunos militares alemanes e italianos consiguieron huir a través de la conocida como "Ruta de las Ratas" hacia nuestro país
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Segunda Guerra Mundial finalizó con la derrota del régimen nazi de Adolf Hitler en Alemania y con el fascista de Benito Mussolini en Italia. Aun así, algunos altos mandos lograron escapar de esos países bajo identidades alternativas mediante lo que se conoció como “La Ruta de las Ratas”. Esa ruta pasaba por España, por lo que un número indeterminado de estos militares se quedaron en nuestro país. Madrid fue uno de los puntos clave de esta situación.
Según diversas fuentes, en 1944 había unos 20.000 de estos militares que, en algunos casos, llegaron incluso a tener sus propios negocios en la capital. Este fue el caso de un coronel de las SS que tuvo su oficina en plena castellana, luego cerca de Cibeles y, más tarde, en la calle Montera. En 1945 y tras finalizar la guerra, los aliados llegaron a plantearse invadir España, por lo que muchos de estos militares decidieron marcharse de nuestro país.
El profesor de historia de Europa en la universidad de Maastricht, Pablo del Hierro, que ha escrito sobre esta historia, ha explicado en 'La Tarde' que: “el tipo de vida que llevaban dependía mucho de la persona, algunos que tenían un perfil más alto y que eran buscados por los aliados tenían que cambiar de identidad, por ejemplo Léon Degrelle, pero otros casos con un perfil más bajo no tuvieron por qué recurrir a esto”.
"Vivían a cuerpo de rey"
El profesor también ha detallado que algunos lograron “escapar con dinero y no tuvieron que empezar de cero”, aunque también hubo casos “que vinieron con una mano delante y otra detrás y que necesitaron el apoyo económico de otros camaradas o de contactos que tenían en España”. Estos militares se sentían en nuestro país “lo más a salvo posible”, según del Hierro, ya que los aliados tenían poca presencia en España porque “el gobierno de Franco no colaboró con ellos para entregar a estas personas a la justicia internacional”.
También en otros muchos casos, cuando existía la posibilidad de que los aliados invadiesen España, decidieron marcharse a países de Sudamérica, principalmente a Argentina, como fue el caso de Ante Pavelic, un dictador croata aliado del Tercer Reich, que más tarde volvería a España en la década de los 50 y murió aquí. “Para muchos Argentina era el sitio ideal por la buena relación que había tenido Perón con Mussolini y con Hitler, esto creó que se crease mucha relación entre Buenos Aires y Madrid”, ha explicado el profesor, que también ha subrayado que “en el año 55, con la perdida de poder de Perón muchos dejan de sentirse seguros allí y vuelven a España”.
Algunos de los que lograron escapar con dinero, como fue el caso de Louis Darquier de Pellepoix, vivieron, según del Hierro, “a cuerpo de rey”. De este personaje, el profesor ha explicado que “había sido un alto comisario de cuestiones judías, y facilito el envío de estas personas a los campos de concentración y de exterminio. Se había quedado con mucho dinero de esos judíos a los que había enviado a la muerte”. Al parecer se estableció con todo este dinero en Madrid, y curiosamente un periodista francés se lo encontró durante un viaje, y se dio cuenta de que Darquier no se había cambiado nada el aspecto.