El misterioso animal que ha reaparecido en el mar Mediterráneo 300 años después: lo veremos en la playa

¿Habías oído hablar alguna vez del dragón azul? Parece que suena un poco a animal mitológico, y no es para menos. Fue a principios del siglo XVIII cuando se vio por última vez en España a esta misteriosa especie.

Después de tres siglos, en agosto de 2021 el dragón azul ha reaparecido en las costas del Mediterráneo, concretamente en el mar de Alicante. También se han visto hace poco algunos especímenes en Canarias, aunque ahí son algo más comunes, ya que los dragones azules suelen moverse en aguas cálidas y tropicales.

¿Cómo es este animal? Se trata de una especie marina de un color azul intenso y de pequeñas dimensiones, apenas tres centímetros de largo. Pero su tamaño no le quita nada de espectacularidad. Tiene un cuerpo alargado del que salen seis extremidades, que parecen una especie de alas con plumas.

Pero, a pesar de su pequeño tamaño y de su belleza, pueden resultar peligrosos. No suelen atacar, pero poseen una picadura venenosa que puede producir urticaria e hinchazón, o incluso en algunas casos vómitos o alergia aguda. El veneno lo extraen de las conocidas carabelas portuguesas, una de las medusas más nocivas. Se las comen y almacenan su toxina en sus extremidades, para picar cuando se sienten amenazados.

Juan Antonio Pujol, biólogo del Ayuntamiento de Torrevieja, ha publicado junto a otros dos investigadores un estudio en la revista divulgativa Quercus que demuestra la vuelta de los dragones azules a las aguas de nuestro país. “Hace 300 años se tiene la primera noticia y queda apuntada en una carta en latín que un naturalista alemán dirige a una sociedad de Londres, y desde entonces y hasta el verano de 2021, no se había vuelto a dejar por escrito en una publicación científica la detección de estos animales”. Sin embargo, a lo largo de estos 300 años probablemente algún pescador o alguna persona haya podido localizar alguno, como comenta el biólogo, pero no se tiene constancia de manera oficial.

La principal razón de que este animal tan inusual haya vuelto a las costas del Mediterráneo tiene que ver con “el contexto de cambio que estamos sufriendo en los últimos años de subida de temperaturas en el mar”, según Pujol. Los dragones azules son eminentemente tropicales, viven en los mares tropicales tanto del Atlántico como el Índico o el Pacífico, pero por esta situación “se ven facilitados a subir a localizaciones más septentrionales”. Por eso, cada vez es más habitual encontrarlos en Canarias, por ejemplo.

Precisamente desde ahí llegan al Golfo de Cádiz, donde son arrastrados por la corriente atlántica que entra por el Estrecho de Gibraltar hacia el mar de Alborán y, más adelante, el Mediterráneo.

A pesar de este cambio en sus hábitos, es complicado encontrarse algún dragón azul si vamos a las playas de Alicante, como asegura Pujol. “Tuvimos mucha suerte porque los ocho ejemplares que localizamos en Guardamar del Segura, en Orihuela y en Torrevieja sí que llegaron a la orilla y, de hecho, fueron los bañistas quienes pudieron contemplarlos y se sorprendieron por la coloración y la forma de este animal”. Los propios bañistas avisaron a los servicios de socorrismo, que fueron los que contactaron después con Juan Antonio y sus compañeros, y comenzaron así su investigación. “Pueden llegar a la orilla en muy pequeño número, pero realmente es un animal que vive en alta mar. Por lo tanto, el aparecer en las costas es realmente sorprendente”.

“Teníamos esperanza de que tarde o temprano llegaran, porque los que nos dedicamos a estudiar el medio natural estamos observando un incremento de especies atlánticas que van penetrando en el Mediterráneo”, confiesa el biólogo. “Éramos conscientes de que son muy difíciles de contemplar por su pequeño tamaño y por su coloración, que se confunde con el azul del mar”, pero declara que en cuento vieron las fotografías fueron conscientes de que, por fin, los dragones azules habían vuelto después de tanto tiempo.