Un neuropsicólogo revela el remedio estrella para sustituir las ganas de llorar: "Es el primer paso"

José Miguel Mestre, neuropsicólogo, explica en 'La Tarde' qué le pasa al cerebro cuando lloramos y cómo podemos aliviar esa sensación

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Un neuropsicólogo revela el remedio estrella para sustituir las ganas de llorar: "Es el primer paso"

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Las emociones son la manera natural en la que los seres humanos reaccionamos a todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Tienen tal importancia que no debemos reprimirlas ni ocultarlas nunca. Estas van y vienen a lo largo del día y pueden cambiar por completo de un momento a otro, pues a veces estamos felices y, en el momento que ocurre algo, pasamos a sentir tristeza.

Esta última suele provocar que terminemos llorando. Pero, ¿por cuánto tiempo? Existe un límite para ello y, evidentemente, depende de la persona. Las hay más o menos lloronas, aquellas que se emocionan más o menos, etc. Aun así, tenemos la percepción equivocada sobre la duración del llanto. Es la ciencia la que dice que no podemos hacerlo durante más de 12 minutos.

¿Para qué sirve llorar?

Ahora bien, ¿es totalmente cierta esta afirmación? "No podemos ni debemos por el inmenso esfuerzo que le supone al cerebro", apuntaba José Miguel Mestre, neuropsicólogo en 'La Tarde'. A ello hay que sumarle el gasto de energía que supone, aunque hay que tener en cuenta las edades, las cuales "son estadísticas" y la persona.

Cuando lo hacemos, el cerebro hace un balance para tratar de aliviar el estrés, destoxificar el cuerpo y ayudar a recuperarse del dolor. A raíz de ahí, sigue 2 reglas: "ahorrar energía y buscar el equilibrio y la balanza". Y es que, pasado un tiempo, este órgano asume que hemos gastado demasiada energía, por lo que "genera endorfinas para ayudar a relajarnos". Para Mestre, llorar tiene una cierta importancia, pues "no acumulas la tensión y emoción en el cuerpo, le das salida".

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Aun así, tampoco es bueno hacerlo muy a menudo. Solo las personas que lloran después de pasar por un tema emocional, resuelven mejor el problema. ¿Por qué? "Porque les queda espacio mental para tomar decisiones y buscar soluciones".

¿Existe algún sustituto?

Queda claro que una buena opción es la de buscar alguna alternativa para tratar de no hacerlo. El neurosicólogo proponía a Pilar Cisneros algo muy clásico: reir. Pero, aunque reconocía que "provocar una risa a esa persona es una buena estrategia", esta "no es un buen sustituto porque en muchas ocasiones no es nada adecuada".

Entonces, ¿cuál es el remedio número 1 para él? El ejercicio físico, que ayuda a "tener las neuronas saludables". Y es que tiene hasta mucho más efecto que los propios fármacos y las terapias. Es en el ámbito depresivo donde más se recomienda, sobre todo, en aquel que "no lleva más de 2 años" porque el efecto de las catecolominas se termina atrofiando.

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Es por ello por lo que ejercitarse, en el plazo de 6 meses, durante 30 minutos 3 veces a la semana, hace que "se recuperen esas neuronas que están a 6 centímetros del lóbulo central", las cuales tienen un "fallo de alimentación", explicaba José Miguel Mestre. Esta rutina desbloquea ese puente y reactiva las neuronas para que empiece el período de mejora. Es, finalmente, "el primer paso que recomiendan los psicólogos", concluía.

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