José, el conductor de autobuses que se desmorona ante la pandemia: "Los pagos no dejan de llegar"
Julio García tiene un negocio familiar de autocares: “Mi vida va en paralelo con lo que es mi empresa, con lo que es mi vida entera”
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Julio García, conductor de autobuses, ha conmovido esta semana a media España después de mostrar ante una cámara de televisión su desesperación por las consecuencias que está teniendo sobre su vida profesional la pandemia del coronavirus. Su voz no es la de Pedro Sánchez, ni la de Pablo Iglesias. Es la voz de la calle. La realidad que se está viviendo. Una realidad que no se puede esconder.
Para poder entender el ímpetu de Julio, este conductor abatido por la crisis, vamos a remontarnos a su historia personal. Nos ubicamos en un pueblo de Cáceres, Madroñeras. Alfonso García tenía un autobús y se encargaba de los trayectos a la capital. Un “coche de línea” de los de toda la vida. Se trasladó a Madrid, con su mujer y sus cuatro hijos. Y lo que al principio era un negocio con un único vehículo acabó convirtiéndose en una empresa de servicios: AGARBUS (A de Alfonso, GAR de García). Julio fue el primero en unirse y comenzó a trabajar como conductor. Y la cosa fue bien, y toda la familia acabó implicada en esta compañía. Se sumaron el resto de sus hijos varones de Alfonos y el marido de su hija. La cosa se extendió a los sobrinos. Un “pequeño emporio del transporte familiar”. El sueño de Alfonso cumplido.
Más de 30 años de aventura, que de un zarpazo puede ir al traste por culpa de la pandemia. En "Mediodía COPE" hemos hablado este miércoles con él. Su vida profesional está unida inevitablemente a la personal: "Mi vida personal va en paralelo con lo que es mi empresa, con lo que es mi vida entera. Yo iba de pequeño a todos los sitios con mi padre en el autobús. Cuando mis hermanos han tenido edad para ir conduciendo se fueron incorporando también a la empresa". Este conductor tiene todavía en su recuerdo el camino siempre de la mano de su padre y sus viajes por Europa.
Sin embargo ahora, esa época de esplendor que ha dado cobertura con sus 14 autobuses, se ha transformado en receso motivado por la pandemia. Julio ha resumido la situación actual: “Ahora mismo tengo 9 autobuses parados totalmente, 3 microbuses pequeñitos haciendo transporte escolar y 2 autobuses grandes haciendo ruta escolar y una ruta de productores. Hay 10 personas en el ERTE y siete trabajamos a media jornada".
Julio no tiene ningún miedo en asegurar que no tiene expectativas. "Cuando llegan los pagos, las cuentas no salen", asegura en COPE. Y no deja de repetir el mismo mensaje de desesperación: "Mi vida es conducir"