"El PSOE ha decidido no apoyar el reconocimiento de Edmundo González por la única razón de que lo impulsa el PP"
Jorge Bustos analiza las claves que marcan la actualidad de este miércoles, que pasan por el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela por parte del Congreso
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Hoy se va a consumar una nueva derrota del Gobierno en una votación parlamentaria. Y el motivo no puede ser más trascendental. Es verdad que se trata de una proposición no de ley, es decir, de una declaración política sin efectos legales.
Pero el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela por parte del Congreso de los diputados de España no es un mero gesto simbólico. Es un soplo de esperanza para el pueblo venezolano, que votó mayoritariamente a Edmundo González y que ha podido sentirse desmoralizado con su exilio.
Es un abrazo fraternal a Carolina, la hija de Edmundo, que estaba ayer en el Congreso con Antonio Ledezma y Leopoldo López, y es un abrazo a todos los exiliados y a todas las víctimas de la represión. Es un mensaje dirigido a todos los que están empeñando su vida y su libertad en esta lucha histórica por la democracia. La votación que en unos minutos va a salir adelante con los votos de PP, Vox y PNV dice: “No estáis solos: España está con vosotros”.
Y digo España, pero no el PSOE. Porque incomprensiblemente el PSOE ha decidido no apoyar el reconocimiento de Edmundo González. Por la única razón de que la iniciativa la impulsa el Partido Popular. El contenido le da igual: aquí todo es juego táctico. Todo es maniqueísmo. Todo es conmigo o contra mí.
De Bildu, de Rufián o de los errejones chavistas de Sumar esperamos poco o nada, pero yo celebro que el PNV finalmente haya decidido desmarcarse de la mayoría sanchista en atención a los venezolanos reprimidos por Maduro, entre ellos tantos descendientes de emigrantes vascos. Celebro que el PNV aparque por esta vez su eterno tacticismo y se fije en lo fundamental: en los derechos humanos vulnerados a diario por el régimen bolivariano. Que a tantos etarras ha acogido, por cierto.
Celebro que el PNV aparque por esta vez su eterno tacticismo y se fije en lo fundamental"
Copresentador de 'Mediodía COPE'
Mira, algunos estamos hartos de la política posicional. La política posicional es aquella que siempre mira a los lados y nunca mira al frente; aquella que se olvida de la bondad del objetivo y se obsesiona con los compañeros de viaje. “Ay, qué van a decir si me ven votando con estos, qué van a pensar si mi voto coincide con los fachas, o con los rojos”.
A ese pánico infantil nos ha llevado la polarización y la férrea disciplina de voto. Ya va siendo hora de evaluar la política por el “qué” y no por el “con quién”. Y parece que está empezando a suceder, porque la mayoría Frankenstein que invistió a Pedro -el rey de la polarización- se descompone ante nuestros ojos: el PP gana proposiciones y obliga a comparecer a Sánchez por la crisis migratoria mientras Junts anuncia que votará en contra del techo de gasto.
Así no se puede gobernar, pero la doctrina de Pedro ahora es aguantar sin apoyo del Parlamento. Del “somos más” al “somos menos y qué”.
Sánchez -el Niño del Búnker, en términos taurinos- ha pasado de celebrar a Edmundo como un “héroe” el sábado... a negarle el reconocimiento como presidente el miércoles. ¿Otro cambio de opinión o es que Zapatero no le deja cortar los hilos con la dictadura? ¿Qué le debe el sanchismo a Maduro, Delcy y compañía?
Ahora los voceros socialistas ponen la excusa de que Europa todavía no le ha reconocido, pero Europa tampoco reconoció el Estado palestino y ahí no importó romper el consenso. Además la Eurocámara reconocerá a Edmundo la semana que viene, y entonces quedará aún más en evidencia el pecado del PSOE: el pecado de haber querido contemporizar con Maduro.
Basta ya de tacticismo cuando hablamos de gente torturada, de familias rotas, de detenidos diarios, de miseria creciente. Como dijo Cayetana Álvarez de Toledo, lo moral es lo eficaz. Hay ocasiones en las que una victoria parlamentaria representa a la vez una victoria ética. La votación de hoy en favor de Edmundo es una de ellas.