Pilar G. Muñiz: "El Gobierno mantiene unos Presupuestos elaborados con unas cifras que solo se creen ellos"

No hay organismo internacional que avale los números que ha hecho el Gobierno. Ese optimismo del que hace gala siempre Pedro Sánchez y que ayer volvió a mostrar en el Congreso.

“España va mejor”... Dice lo de "mejor" por no recurrir a aquello de "España va bien", la frase machacona que ya utilizó en su día José María Aznar.

Pues el caso es que España va, esto es así, pero no sabemos si mejor como dicen porque ahora también desde Bruselas han recortado considerablemente las previsiones de crecimiento de la economía española para este año y el que viene.

El Gobierno calculaba crecer en este 2021 un 6,5%. Pero desde Bruselas rebajan esa cifra en casi dos puntos, al 4,6%.

Y el año que viene, el Gobierno hablaba de un 7 por ciento y desde Europa nos dicen que menos, que creceremos un 5,5 por ciento.

Pues Bruselas se suma así a la larga lista de organismos y servicios de estudio que enfrían la euforia del Gobierno de Pedro Sánchez. El INE, el FMI, la OCDE, Funcas, BBVA, el Banco de España...todos coinciden en que el crecimiento de España será mucho menor. Pero sin duda, el giro de la Comisión Europea es el más radical.

Los técnicos comunitarios esperan además tasas de paro del 15,2% este año, el 14,3 el que viene y todavía un 13,9% en 2023, lo que supone más del doble que en la media de la Eurozona. Y menos mal que hemos tenido los ERTES para amortiguar parte del daño que ha hecho la pandemia. Y todavía siguen para 190 Mil personas.

Y mira el dato que recoge el informe COPE de hoy y que traslada estas grandes cifras a la economía real. Las quiebras empresariales crecen un 44% y ya superan en un 13% a las de todo el 2020.

Se van acabando los estímulos financieros, las ayudas no llegan, hay que pagar los créditos ICO y van cayendo las empresas que no son viables, sobre todo en la Hostelería y el comercio. Todo esto significa más paro.

En las previsiones de Bruselas también pronostican para España un déficit y una deuda muy por encima de los umbrales permitidos.

Este revés de Europa llega en un en un momento delicado, con la inflación disparada, con una crisis energética sin precedentes, con la convocatoria de una huelga del sector del transporte y con la negociación de una reforma laboral que tiene que entrar en vigor el 1 de enero, uno de los requisitos que exige Bruselas para poder recibir los fondos europeos.

Un mar de dudas en el que el Gobierno se empeña en nadar contracorriente. De hecho, mantiene unos Presupuestos elaborados con unas cifras de crecimiento que ya solamente ellos se creen.