El padre de Abraham, el bebé que nació con 393 gramos y 19 centímetros en Santiago: "Siempre estuvo Dios por delante"
El bebé prematuro ya se encuentra en casa tras pasar cuatro meses en la incubadora del Hospital Clínico de Santiago
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La historia de Abraham es la historia de un bebé milagro que ha sobrevivido a cuatro meses de intensa lucha desde que naciera a los cuatro meses, a las 26 semanas de gestación, pesando 393 gramos y midiendo 19 centímetros.
Es el primer hijo de Luis Miguel Giménez y Noemí Gabarre, vecinos de Villagarcía de Arosa (Pontevedra), que cuatro meses después han regresado a su casa con el pequeño Abraham.
Cuando nació el bebé prematuro el 3 de julio, el más pequeño que ha nacido en España, perdió algo de peso bajando a los 360 gramos y fue ingresado directamente en la incubadora.
Las primeras 72 horas fueron críticas y muy angustiosas. Nació con la bilirrubina muy alta, con el hígado inflamado y en los cuatro meses que ha estado en la incubadora ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente por algunas complicaciones.
Las ganas de vivir de Abraham, su intensa lucha, la esperanza de sus padres y, por supuesto, el gran trabajo de todos los profesionales del Hospital do Salnés y del Hospital Clínico de Santiago de Compostela han obrado el milagro para que el bebé siga adelante con su vida ya en casa.
Miedo, angustia, desesperación; ilusión, alegría, esperanza... y por mucho más han pasado Luis Miguel y Noemí durante todo este tiempo en el que su hijo Abraham ha estado luchando por su vida.
Algo que, como nos dice el padre en 'Mediodía COPE' "no se olvida, se queda para toda la vida. Eso nadie lo pasa hasta que una persona lo vive", con el deseo de “Dios quiera que nadie lo vuelva a pasar”.
Con el recuerdo de su pequeño cuando nació parecido a “un teléfono” por su tamaño y peso, que le cabía en su propia mano; ahora, sus padres respiran más tranquilos con Abraham ya en casa. Aunque, como asegura Luis Miguel, la adaptación “es un poquito difícil porque conocía mucho el hospital y tenía mucho cariño a las enfermeras”.
Y es que Abraham ha sido el hijo de todos en el hospital, tanto es así que le llamaban “el patriarca” nos comenta el padre.
Los padres nunca perdieron la esperanza
Atrás quedan los largos viajes diarios de más de 100 kilómetros de distancia entre Vilagarcía de Arousa y Santiago para estar junto a su hijo y los días de incertidumbre.
Siempre estuvo Dios por delante"
Padre de Abraham, el bebé que nació con 393 gramos y 19 centímetros en Santiago
Luis Miguel y Noemí están muy contentos con su hijo en brazos y en casa y ya han celebrado la primera de las fiestas y han aplazado otra “para dentro de un tiempito”.
Aunque es día de celebración, también hay que recordar los momentos más duros que estos padres han vivido junto a su bebé prematuro, siendo uno de ellos, el que más “nos costó asimilarlo”, como relata Luis Miguel, “cuando lo operaron de las hernias inguinales y del ombligo”.
Momentos complicados en los que esta pareja confiesa no haber perdido nunca la esperanza porque “siempre estuvo Dios por delante”.
Abraham, padre de la fe
Luis Miguel y Noemí pertenecen a la iglesia evangélica y por eso decidieron llamar al pequeño Abraham que, como nos explica el padre significa “padre de la fe”.
Esa fe que a lo largo de los cuatro meses que Abraham ha estado en la incubadora nunca han perdido sus padres, ya la que se ha agarrado con fuerza el pequeño para salir adelante y vivir.
Y, ahora, Abraham es el hijo de toda Vilagarcía de Arousa o como comenta jocoso su padre “el patriarca de Villagarcía".
El de Abraham es un caso excepcional de bebé prematuro: bate todos los récords
El caso de Abraham es un caso verdaderamente excepcional de un prematuro muy, muy pequeño como nos asegura el pediatra del servicio de neonatología del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, Alejandro Muñuzuri, “ha roto todos los moldes” ya que el peso más pequeño registrado era de 420 gramos.
“Es el más pequeñito que hemos tratado aquí, desde luego yo creo que en Galicia y probablemente en parte de España seguro”, confirma el pediatra,
Explica Muñuzurri el minucioso trabajo que ha realizado todo el equipo del hospital con Abraham, ya que “un bebé que nace con necesidades respiratorias, necesidades nutricionales... todos los ajustes tienen que hacerse de milímetro a milímetro”.
Con los bebés prematuros siempre surge la duda de si tendrán una vida normal o sufrirán algún tipo de secuela y esas dudas son más son más angustiosas en el caso de Abraham, aunque el pediatra confirma que “Abraham va a ser un niño normal”.