Submarino hundido, puentes que se derriban...: otras chapuzas como la de los trenes de Asturias y Cantabria
No es la primera vez que España se ve envuelta en una polémica ante algunas de las chapuzasque se han hecho en infraestructuras públicas
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Se ha calificado de inocentada, de película de Berlanga, de historieta de Pepe Gotera y Otilio y hasta de escena de película de los hermanos Marx... Si es que es inverosímil que en estos tiempos pasen cosas como lo de los trenes de Cantabria y Asturias. Que después de estar presupuestados, licitados y en fase casi casi de construcción se dan cuenta de que no caben por los túneles.
Todo comenzó en 2020 cuando Renfe adjudicó a la empresa vasca CAF la renovación de su flota de cercanías FEVE en estas dos regiones. Un contrato de 258 millones de euros. Hasta ahí todo en orden hasta que lo que se facilita por parte de Renfe a la empresa son medidas estándar de ADIF, que no tienen en cuenta que algunos de los túneles que hay en Cantabria datan del siglo XIX, son más pequeños y por tanto no caben.
Lo mejor es que hasta que la empresa no dijo nada, nadie se dio cuenta del error. Y ni siquiera expertos como el ingeniero y director de la alianza europea de corredores, Iñigo Barrón se pueden explicar lo sucedido, como ha comentado esta mañana en ‘Herrera en COPE’.
Desde las comunidades afectadas se reclaman dimisiones, la ministra de Transporte asegura que van a rodar cabezas... pero los cántabros y asturianos van a tener que esperar entre dos y tres años más a que los trenes algo más rápidos y confortables sean una realidad.
Desde luego No puede ocultarse que esto ha sido una chapuza. Pero no es la primera vez que ocurre. Hemos querido recopilar 5 de las pifias más sonadas en infraestructuras públicas que se pagaron con el dinero de todos los contribuyentes. La más cercana en el tiempo nos lleva hasta Cartagena.
El submarino S-80 de la Armada que se hundió por exceso de peso
En 2016 el submarino más moderno de la Armada, el S-80 se hundió por exceso de peso. No flotaba en las pruebas. Dos años después de subsanar el error, ya en 2018, no cabía en su base del muelle en el puerto de Cartagena.
Y eso que el submarino costaba 500 millones de euros, a los que hubo que sumar nuevas partidas primero para solucionar los problemas de flotabilidad, después los fallos en el motor y después sus dimensiones. El resultado: el presupuesto se disparó hasta los 2.000 millones de euros.
El puente que daba calambrazos
Viajamos hasta Valladolid para habar de un puente que durante algún tiempo daba descargas eléctricas a todo aquel que tocaba sus barandillas. Cuando los que pasaban por allí tocaban la barandilla, toma calambrazo.
Se dijo que era porque se diseñó como generador de energía con placas solares y molinos de viento pero lo cierto es que después se atribuyó al suelo y la electricidad estática que este generaba y que se quedaba en los zapatos. Esto ocurría en el 2011 y se dijo que conforme avanzase el tiempo se iría desgastando el suelo y con ello reduciéndose esa electricidad estática.
El puente que acabo derribándose
Hablamos de otro puente, en este caso el que se construyó en Porto Cristo, Mallorca. Este puente se acabó derribando porque pasaba justo pegado a las terrazas de viviendas: era salir a la terraza de casa y tener el puente, literalment, encima. Se gastaron 1 millón y medio en este puente y tuvo solo una vida de 7 años porque lo demolieron.
15 años cerrado: el parking robotizado de Tarragona
El parking robotizado de Juame I de Tarragona lleva más de 15 años sin abrirse. Un despropósito de obra que ya Lleva 30 millones de euros de inversión de los 3,9 en los que se presupuestó inicialmente y que desde el principio lleva dando avisos de que no está bien diseñado.
En 2007 el entonces alcalde de Tarragona quiso probar cómo iban las obras de este parking y el coche oficial no cabía en el ascensor de este aparcamiento robotizado. Hicieron falta muchas maniobras y algún que otro roce para que consiguiera entrar. Pero, además, en las obras se encontraron con paredes de roca granítica que hicieron fracasar a muchas empresas perforadoras. Se tuvieron que emplear detonaciones con explosivos para poder picar la piedra.
Después se supo que el diseño de la parte robótica no iba a funcionar y que era más que probable que tuvieras que esperar hasta una hora para poder recuperar tu coche.
La fallida Ciudad del Medioambiente de Soria
En Soria, la Ciudad del Medioambiente iba a tener viviendas de lujo, parque fluvial, coches eléctricos y hasta escuela de equitación pero todo quedó paralizado cuando salió a la luz que estaba levantado en un entorno protegido y además en zona inundable. En 2013 el agua casi casi llegó a la cúpula de uno de sus edificios.