Soy doctor y esto es lo que hago para quitar el dolor de la ciática: los antiinflamatorios no son el único tratamiento

La ciática es un dolor neuropático punzante que se origina por la irritación o pinzamiento del nervio ciático, el nervio más largo y grueso del cuerpo humano. A menudo se confunde con otros dolores lumbares, pero sus características y síntomas son únicos. El dolor puede irradiar desde la parte baja de la espalda, a lo largo de la pierna, hasta los dedos del pie, afectando profundamente la calidad de vida de quienes la padecen. Sin embargo, Darío Fernández afirma en Poniendo las Calles que los antiinflamatorios no son la única herramienta en el tratamiento de esta afección. Existen diversos enfoques terapéuticos que pueden ser igualmente efectivos para aliviar los síntomas y mejorar la condición de los pacientes.

Antes de comenzar cualquier tratamiento, es fundamental comprender qué está causando la ciática. La mayoría de las veces, la ciática es el resultado de una hernia de disco, en la cual uno de los discos intervertebrales de la columna se desplaza y presiona sobre el nervio ciático. Otras causas comunes son la estenosis del canal lumbar, el síndrome piriforme (cuando el músculo piriforme aprieta el nervio ciático) o la espondilolistesis (deslizamiento de una vértebra sobre otra). Estos trastornos producen un pinzamiento o compresión del nervio, lo que genera el dolor intenso y las sensaciones extrañas, como hormigueos o calambres, que caracterizan la ciática.

Aunque muchos pacientes creen que el reposo absoluto es la solución, en la práctica, permanecer inactivo durante demasiado tiempo puede empeorar la situación. En lugar de eso, es esencial adoptar un enfoque equilibrado: descansar en los primeros días cuando el dolor es intenso, pero luego introducir actividades suaves para mantener la movilidad. Caminar, nadar o hacer yoga son ejercicios que pueden ayudar a aliviar la presión sobre el nervio, estirar los músculos de la espalda y fortalecer la musculatura lumbar sin sobrecargarla.

El tratamiento convencional suele incluir analgésicos y antiinflamatorios para controlar el dolor, pero esta no debe ser la única estrategia. La fisioterapia juega un papel crucial en la recuperación. Técnicas como el estiramiento de la columna, masajes terapéuticos y la movilización de las articulaciones pueden aliviar la tensión muscular que contribuye al dolor. Además, el ejercicio terapéutico, como caminar a ritmo suave o hacer ejercicios de fortalecimiento de la zona lumbar, es fundamental para restaurar la movilidad sin generar más daño.

quitar el dolor de la ciática

Un enfoque efectivo y ampliamente utilizado es la alternancia entre frío y calor. En los primeros 2-3 días, la aplicación de frío (como una bolsa de hielo envuelta en un paño) puede reducir la inflamación y el dolor agudo. Pasadas 72 horas, cuando la inflamación haya disminuido, el calor (como una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica) ayuda a relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada.

Una de las recomendaciones más importantes que doy a mis pacientes es mantener una buena postura, tanto al sentarse como al dormir. Cuando se tiene ciática, sentarse con la espalda recta, las rodillas dobladas a 90 grados y los pies apoyados en el suelo puede aliviar la presión sobre la columna y el nervio. Además, durante el sueño, es útil colocar una almohada debajo de la rodilla para mantener una postura cómoda que favorezca la circulación y reduzca la presión sobre el nervio ciático.

El yoga es una herramienta muy beneficiosa en el tratamiento de la ciática. Los movimientos suaves y los estiramientos musculares no solo ayudan a relajar la musculatura, sino que también contribuyen a mejorar la flexibilidad de la columna vertebral y la alineación postural. En particular, los ejercicios de yoga que se enfocan en la elongación de los músculos de la espalda y las piernas pueden ser altamente eficaces para reducir el dolor y prevenir futuros episodios.

Si bien el estrés no causa directamente la ciática, puede empeorar el dolor al inducir tensiones musculares y contracturas, lo que a su vez agrava la compresión del nervio ciático. Técnicas como la meditación, la respiración profunda y el mindfulness pueden ser útiles para reducir el impacto del estrés en el cuerpo y facilitar la recuperación.

tratamiento

En casos más graves, cuando los tratamientos conservadores no son suficientes para controlar el dolor, se pueden considerar opciones como las inyecciones de esteroides para reducir la inflamación alrededor del nervio o incluso la cirugía en casos de hernia discal severa o estenosis espinal. La cirugía, sin embargo, es una opción que solo se evalúa cuando otras intervenciones no han tenido éxito y los síntomas son incapacitantes.

La prevención es la clave para evitar que la ciática se convierta en un problema recurrente. Mantener un estilo de vida activo, practicar ejercicios de bajo impacto como nadar o caminar, evitar el sedentarismo y no fumar son algunas de las medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer ciática. Además, es crucial mantener una postura adecuada, especialmente al estar sentado durante largos períodos de tiempo o al levantar objetos pesados.