Julio perdió a su hijo policía cuando bajó a mover su moto en un garaje de La Torre: "Acababa de comprar el piso"
Este valenciano le cuenta a Carlos Moreno 'El Pulpo' que el último mensaje que le mandó Rubén fue que "todo estaba controlado" y en cuestión de minutos una ola lo cambió todo
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En la madrugada del martes 29 de octubre, la tormenta que azotó la Comunidad Valenciana dejó una estela de destrucción que cambió para siempre la vida de Julio. Este valenciano, oyente de Poniendo las Calles y trabajador incansable, vivió el dolor indescriptible de perder a su hijo Rubén, un policía local de La Torre, en un trágico accidente ocurrido en el garaje de su edificio durante una inundación provocada por la DANA.
La historia que Julio compartió con Carlos Moreno 'El Pulpo' en Poniendo las Calles resonó profundamente en todos los oyentes, ya que expuso no solo el dolor de una pérdida irreparable, sino también las carencias en la infraestructura de la ciudad que contribuyeron a esta tragedia.
Rubén había bajado al garaje de su edificio para mover su coche y moto, ante la amenaza de que el agua pudiera inundar el sótano. El joven policía, que acababa de mudarse al piso, había comprado su hogar con ilusión.
La tormenta estaba desbordando la ciudad, pero Rubén parecía tener todo bajo control, o al menos eso le dijo a su padre en el último mensaje de WhatsApp que le envió a las 20:25 horas: "Todo está controlado, papá, no hay agua por aquí". Julio, preocupado por las condiciones meteorológicas, le aconsejó a su hijo que no usara el ascensor y subiera por las escaleras, pues en situaciones de tormenta siempre se debe evitar el uso de ascensores.
Julio perdió a su hijo policía
Sin embargo, la realidad fue otra. Poco después, Rubén le envió un mensaje diciendo que había un metro de agua en la calle y que ya no podía salir por el ascensor, pero no mencionó la tragedia que estaba a punto de desatarse. En cuestión de minutos, la tormenta desbordó todos los cauces posibles. La puerta del garaje, que inicialmente aguantó la presión del agua, cedió y, en ese momento, la vida de Rubén y de otros seis vecinos se truncó de manera trágica.
Julio relató con claridad las razones que, en su opinión, provocaron esta tragedia. El edificio donde vivía su hijo no contaba con una escalera interior que comunicara el garaje con el patio del edificio. Cuando las aguas desbordaron el garaje, Rubén y los demás vecinos quedaron atrapados sin escapatoria.
Si hubiera existido una escalera interior que comunicara el garaje con el patio, las víctimas podrían haber salido a la calle, evitando la tragedia. Para Julio, el gran error fue la falta de previsión en la construcción de los edificios sin tener en cuenta estas necesidades básicas de seguridad.
Además, Rubén, consciente del peligro, había intentado pedir ayuda a través del 112, pero la línea estaba saturada. Los bomberos no pudieron llegar a tiempo debido a los cortes de tráfico, lo que dificultó aún más la intervención en las horas críticas. A medida que la noche avanzaba y la desesperación crecía, Julio se acercó a La Torre, pero no pudo cruzar el puente que conectaba con la zona del desastre, ya que estaba bloqueado por el agua. Al llegar allí, fue cuando se dio cuenta de que su hijo no respondería nunca más.
"Acababa de comprar el piso"
A través de su dolor, Julio también quiso hacer un reconocimiento a la labor de los policías locales, como su hijo Rubén, que a menudo pasan desapercibidos, pero que juegan un papel fundamental en la protección y el bienestar de los ciudadanos. Los agentes de la policía local, según Julio, trabajan en circunstancias extremas y durante largas jornadas para garantizar la seguridad de la población, pero muchas veces no reciben el reconocimiento que merecen.
Este testimonio de dolor y lucha por la justicia de un padre que perdió a su hijo en una situación evitable resuena como un llamado a la reflexión sobre la importancia de mejorar la seguridad en la construcción de viviendas y garantizar que existan las condiciones mínimas para proteger la vida de los residentes ante situaciones extremas. Mientras tanto, Julio, con un dolor inconmensurable, se aferra a los recuerdos de su hijo y sigue adelante con la esperanza de que su historia sirva para evitar que más vidas se pierdan de la misma manera.