¿Te mueves mientras sueñas? Un neurólogo español revela la enfermedad que puedes sufrir en el futuro: "Pueden gritar"

Cada noche, mientras nos sumimos en el mundo de los sueños, nuestro cuerpo experimenta una serie de procesos complejos y esenciales para el descanso y la recuperación. Sin embargo, hay un trastorno del sueño que puede pasar desapercibido y que, con el tiempo, podría ser la señal de algo mucho más serio. Se trata del "trastorno de conducta del sueño REM", una condición que podría ser una de las primeras advertencias de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson. Así lo reveló recientemente el neurólogo e investigador Gerard Maya, del Hospital Clínic de Barcelona, durante su intervención en el programa Poniendo las Calles.

En un análisis revelador con Carlos Moreno ‘El Pulpo’, Maya explicó que este trastorno afecta la fase REM del sueño, esa etapa en la que soñamos de manera más vívida y nuestro cerebro procesa las experiencias del día. En condiciones normales, durante la fase REM, nuestro cuerpo se paraliza de forma natural para evitar que actuemos físicamente lo que estamos soñando. Pero cuando este mecanismo falla, los individuos afectados pueden realizar movimientos involuntarios: pueden levantarse, golpear la cama, patear, dar manotazos e incluso gritar o llorar. A menudo, son los compañeros de cama quienes se dan cuenta de que algo no va bien.

Este trastorno, que afecta principalmente a personas mayores de 50 años, está siendo cada vez más reconocido por los investigadores como una posible señal temprana de enfermedades neurológicas degenerativas, especialmente del espectro del Parkinson. En términos concretos, las personas que sufren este trastorno tienen un riesgo considerablemente mayor de desarrollar Parkinson o afecciones similares a lo largo de los años. "Si seguimos a estos pacientes, más del 90% desarrollan una enfermedad del espectro del Parkinson en los 15 años siguientes", explicó Gerard Maya.

La investigación realizada en el Hospital Clínic ha permitido avanzar en el diagnóstico de este trastorno. Según Maya, a través de estudios realizados a nivel cerebral, se ha podido comprobar que las personas que sufren este trastorno de conducta del sueño REM presentan una acumulación de la proteína alfa-sinucleína, la misma que se encuentra en los cerebros de los pacientes con Parkinson. Este hallazgo abre una puerta a la posibilidad de detectar la enfermedad mucho antes de que los síntomas motores, como el temblor o la rigidez, comiencen a manifestarse.

¿Te mueves mientras sueñas?

“Es un avance significativo. Hasta ahora solo se habían estudiado dos cerebros en el mundo, pero nosotros hemos podido examinar 20, y en todos encontramos la proteína de Parkinson", comentó Maya, destacando la importancia de este descubrimiento para poder frenar la enfermedad en etapas muy tempranas, cuando todavía no se han perdido demasiadas neuronas.

Lo sorprendente de este trastorno es que muchas personas que lo padecen no se dan cuenta de lo que está ocurriendo. De hecho, muchas de ellas no se quejan de cansancio ni notan que algo extraño sucede mientras duermen. Es solo cuando los compañeros de cama o familiares observan que el durmiente realiza movimientos bruscos o emite ruidos extraños durante la fase REM que se empieza a sospechar de la existencia del trastorno.

Aunque no todas las personas que se mueven durante el sueño padecen este trastorno, el comportamiento repetido en el que las personas actúan sus sueños y lo hacen de manera violenta o agitada, podría ser una alerta de que algo más está sucediendo.

"Cuando la apnea del sueño es severa, el cerebro se ve privado de oxígeno repetidamente y se activa para reabrir las vías respiratorias. Esto interrumpe el sueño profundo y continuo, lo cual tiene efectos negativos sobre la salud", explicó Maya. Por lo tanto, diagnosticar y tratar la apnea del sueño a tiempo puede ser crucial para prevenir o retrasar el inicio de enfermedades neurodegenerativas.

La enfermedad

A pesar de que no existen tratamientos que puedan frenar el Parkinson una vez que se ha manifestado clínicamente, Gerard Maya destacó la importancia de las medidas preventivas y no farmacológicas, que pueden ayudar a retrasar la aparición de síntomas o a mejorar la calidad de vida. Una vida saludable, con una dieta equilibrada, ejercicio regular y una correcta higiene del sueño, son pilares fundamentales. Además, se deben controlar factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol o la diabetes, y tratar problemas como las apneas del sueño.

El neurólogo también resaltó la relevancia de identificar a aquellos individuos con mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. A través de técnicas como la polisomnografía (una prueba para estudiar el sueño), y otras herramientas diagnósticas, es posible detectar a las personas que tienen mayor probabilidad de desarrollar Parkinson y otras enfermedades en el futuro, permitiendo iniciar intervenciones más tempranas.