Un virólogo señala la verdad detrás del mito de las madres de salir a la calle con el pelo mojado: "El virus de la gripe"
José Antonio López, divulgador científico y catedrático en microbiología de la Universidad Autónoma, revela las consecuencias reales en tu salud
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Una de las creencias más arraigadas en el imaginario colectivo es la famosa advertencia materna de que salir con el pelo mojado puede causarnos un resfriado o la temida gripe. Sin embargo, el virólogo José Antonio López, catedrático en microbiología de la Universidad Autónoma y divulgador científico, ofrece una explicación clara y científica que desmiente este mito tan común. En una reciente entrevista en el programa Poniendo las Calles, López profundizó en la relación entre el frío, los virus y la salud, aclarando cómo y por qué realmente nos enfermamos durante el invierno.
Según José Antonio López, el frío en sí mismo no es el causante de los resfriados ni de la gripe. Es un error común pensar que la exposición al frío, como salir con el pelo mojado, sea suficiente para desencadenar una infección viral.
Lo que sucede realmente es que el frío y la disminución de la luz solar en invierno crean condiciones más favorables para la propagación de ciertos virus, especialmente aquellos que se transmiten por vía aérea, como el virus de la gripe y otros virus respiratorios.
“Los virus, como los de la gripe o el coronavirus, se transportan a través de aerosoles en el aire. El frío y la menor radiación solar favorecen la viabilidad de estos patógenos, permitiéndoles sobrevivir más tiempo en el ambiente. Además, el aire frío y seco puede hacer que las partículas virales sean más pequeñas, lo que facilita su penetración en las vías respiratorias”, explica López.
Salir a la calle con el pelo mojado
El mito de que salir con el pelo mojado aumenta la probabilidad de enfermarse está relacionado con la idea errónea de que la humedad y el frío directamente afectan nuestra salud. Sin embargo, según el virólogo, lo que realmente ocurre es que la exposición al frío puede afectar el sistema inmunológico de manera indirecta.
"Si sales con frío y el cuerpo no está adecuadamente abrigado, puede haber una respuesta fisiológica que implique un estrés térmico. El cuerpo tiene que gastar más energía para mantener su temperatura interna, lo que podría hacer que el sistema inmunológico se debilite temporalmente. Sin embargo, esto no significa que el frío en sí cause directamente la gripe o un resfriado", aclara López.
El resfriado o la gripe solo ocurren si el cuerpo entra en contacto con un virus que lo infecte. Por lo tanto, no es el frío ni el pelo mojado lo que nos enferma, sino la exposición a patógenos en el ambiente.
Durante los meses más fríos, tendemos a pasar más tiempo en espacios cerrados, con poca ventilación, lo que favorece el contacto cercano entre personas y facilita la transmisión de virus como el de la gripe o el SARS-CoV-2. Las condiciones invernales, como la baja temperatura y la menor exposición al sol, contribuyen a que los virus puedan sobrevivir y propagarse más fácilmente en el aire.
Un virólogo señala la verdad detrás del mito
Uno de los puntos clave que resalta López es la importancia de un sistema inmunológico fuerte para prevenir la infección por virus. Aunque las condiciones ambientales juegan un papel en la transmisión de enfermedades, el estado del sistema inmunológico de una persona es crucial para determinar si se va a enfermar o no.
"Para que un virus infecte a una persona, debe haber un contacto directo con el patógeno. Si el sistema inmunológico está preparado, ya sea por una buena alimentación, ejercicio o por las vacunas, tenemos muchas más posibilidades de defendernos de esos virus", explica el virólogo.