¿Sufres astenia primaveral? Los síntomas para diferenciarlo de una alergia o un catarro y cómo prevenirla
Este problema también conocido como fatiga primaveral o astenia de primavera es un conjunto de síntomas, no una enfermedad
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Las altas temperaturas que estamos teniendo estos días ha provocado que se adelanten las alergias y que muchas personas estén sintiendo con fuerza la astenia primaveral. Cuestiones que sabemos son muy molestas para quien las sufre. En Poniendo las Calles conocemos mejor qué está pasando con Mar Gómez, física y meteoróloga de eltiempo.es.
Los próximos meses, tanto de primavera como verano, van a ser especialmente cálidos, sobre todo del interior de la península. Esperamos anomalías térmicas, es decir, valores por encima de lo normal, en todo el país. Pero como sobre todo en el interior, así que es muy probable que vivamos unos meses especialmente cálidos.
En cuanto a las lluvias, tampoco tenemos muy buenas noticias, porque la tendencia nos dice que en la mitad de España, la mitad norte e interior, las precipitaciones podrían estar esta primavera por debajo de la habitual. Así que de momento parece que vamos a tener calor para rato, aunque tengamos estos cambios térmicos.
Se dan todos los ingredientes para que aparezca la astenia primaveral. Este problema también conocido como fatiga primaveral o astenia de primavera es un conjunto de síntomas, no una enfermedad, que están caracterizados por una sensación generalizada de cansancio, agotamiento, debilidad que algunas personas experimentan durante la transición de la estación invernal a la primavera.
¿Sufres astenia primaveral?
No es una enfermedad, pero puede afectar importante a la calidad de vida de quienes la padecen. ¿Qué síntomas tenemos cuando tenemos astenia primaveral? Pues lo primero, fatiga persistente y sensación de cansancio excesivo. Tenemos falta de energía y motivación para realizar actividades cotidianas.
Tenemos dificultad para concentrarnos o enfocarnos en las tareas, irritabilidad o cambios de humor, trastornos del sueño como dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos, dolores musculares o corporales, la pérdida de apetito y también cambios en los hábitos alimenticios.
Cómo prevenirla
La verdad es que la causa exacta de la astenia primaveral no está completamente comprendida. Se cree que está relacionada con una combinación de factores, incluyendo cambios hormonales, alteraciones en los ritmos circadianos, variaciones en la exposición a la luz solar y posibles efectos psicológicos asociados con el cambio de estación.
La astenia primaveral suele ser autolimitada y tiende a mejorar con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta a los cambios estacionales. Sin embargo, hay algunas estrategias más que pueden ayudarnos, como por ejemplo una dieta equilibrada, practicar ejercicio físico, asegurar un buen descanso nocturno, gestionar el estrés y buscar apoyo emocional si es necesario.
Así que lo único es que si esos síntomas de astenia primaveral son graves o difieren con nuestra vida diaria, es importante consultar siempre a un profesional de salud.