De costar 32 millones de euros, a jugar pachangas con sus amigos con 28 años por falta de ofertas

La carrera de Maxi Gómez en los últimos años ha ido decayendo de poco en poco. El delantero uruguayo, que en la temporada 2017/18 anotó 17 goles con el Celta de Vigo cuando tan solo tenía 21 años, ahora está sin equipo y jugando torneos con sus amigos. Maxi está esperando ofertas para regresar al fútbol profesional después de su fracaso en el Cádiz donde no marcó ningún gol. 

El club vigués pagó cuatro millones al Defensor Sporting por el ariete, que posteriormente después de dos grandes temporadas fichó por el Valencia por 32 millones de euros. Gómez llegó a tener una cláusula de 140 kilos, aspirando a ser uno de los mejores delanteros de Europa, pero tras su fichaje por el equipo ché, fracasó. 

Con el Valencia anotó apenas 20 goles en cuatro temporadas, decepcionando a los aficionados valencianistas, por lo que terminó marchándose al Trabzonspor de Turquía en una operación de unos 3 millones, casi 30 menos de lo que pagó el Valencia por sus servicios. 

Pero, tampoco triunfó en Turquía. Estuvo muy lejos de parecerse al Maxi de sus inicios en el continente europeo, aunque siguió teniendo cartel y el Cádiz apostó por él. Asumió un sueldo muy alto con la esperanza de que fuera capaz de resucitar vistiendo de amarillo, pero no marcó ni un solo gol en 31 partidos y dejó la sensación de que estaba viviendo de las rentas. Para colmo el equipo acabo bajando a Segunda División.

El delantero charrúa rescindió su contrato en agosto con el Trabzonspor y desde entonces no ha vuelto a jugar un partido oficial. Maxi Gómez mata el tiempo jugando pachangas con amigos y vecinos en su ciudad natal. Allí se ha vuelto a rencontrar con el gol.