E98 - 'Recuerda y ruge'
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“En aquel tiempo los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús”. El aplomo que mantienes ante una muchedumbre que te va a apedrear es de admirar. ¿Dónde encuentras esa fortaleza, Jesús?
Aquí nos preguntamos por el valor de tanta gente ante la enfermedad, ante el mal, ante el dolor. “Tú siendo hombre, te haces Dios”. Jesús nos explica que él es el hijo del Padre y que él mismo es Dios. “Por eso me ama el padre, porque doy mi vida para recobrarla de nuevo, nadie me la quita, yo la doy voluntariamente... esa es la orden que he recibido de mi padre”. Jesús, tienes esa certeza absoluta de estar haciendo la voluntad de Dios, de tu padre. El Señor se entrega voluntariamente y todo por y para la salvación de todos los hombres.