Beato Marcelo Spínola

Enero siempre ha sido un mes totalmente de sentido navideño y especialmente de Epifanía. Hoy, II Domingo del Tiempo Ordinario, nos adentramos en una nueva Manifestación Divina. Se trata de las Bodas de Caná, que se proclaman en el Evangelio de este día. Cuando llegan a los desposorios coinciden La Virgen con Jesús y sus discípulos. 

Como falta el vino, María se lo pide al Señor y como intercede, al final, el Señor accede a hacer el Milagro. Por eso el evangelista San Juan apostilla que así en Caná Cristo muestra su Poder con ese primer Signo y crece la Fe de sus discípulos en Él. También, en medio de esta jornada dominical, celebramos al Beato Marcelo Spínola. 

Nace en San Fernando de Cádiz en el año 1835. Hijo de familia noble desde muy joven, se licencia en Derecho y siente una gran sensibilidad por los obreros y los necesitados, a los que ayuda en sus pleitos. Ordenado sacerdote, celebra su Primera Misa en la festividad del Corazón de Jesús. Pasa por diversos servicios pastorales en Sevilla. 

Un día el Papa León XIII le nombra obispo de Coria-Cáceres. También se haría cargo de la diócesis malagueña, llegando finalmente a la Sede Hispalense. San Pío X le creó Cardenal. Defendió también la Enseñanza Católica frente a tantos ataques que se hacían contra ella. El Beato Marcelo Spínola muere en el año 1906. 

Entre su legado se encuentra la fundación de las Esclavas del Divino Corazón dedicadas a la enseñanza de niños, adolescentes y jóvenes. Lo hace con la religiosa Celia Méndez. También funda el Correo de Andalucía en Sevilla. Por último funda la Hermandad del Desconsuelo, cuyos estatutos firma en el año 1898.