¿Qué significa el rito de la ceniza con el que comienza la Cuaresma?
Este miércoles millones de católicos escucharán la frase "polvo eres y al polvo volverás" pero, ¿cuál es su significado?
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Cada año, la Iglesia comienza el tiempo de Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, concretamente con la imposición de la ceniza en la frente dentro de la celebración de la Santa Misa.
Pero, ¿qué significado tiene la ceniza y en particular este ritual? La Iglesia lo conserva desde el siglo XI como signo de la actitud del corazón penitente, que cada bautizado está llamado a asumir en la Cuaresma. Se impone el Miércoles de la Ceniza durante o después de la celebración de la Misa, al pronunciar la frase: “Conviértete y cree en el Evangelio”.
De acuerdo a las instrucciones del Misal Romano, las cenizas se obtienen típicamente de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior.
Signo del pecado y de la fragilidad del hombre
La ceniza simboliza a la vez el pecado y la fragilidad de la persona. Cubrirse de cenizas significa, entonces, el realizar en forma tangible un reconocimiento público, por el cual nos declaramos frágiles, incapaces, pecadores, en busca de la misericordia de Dios.
Las cenizas nos recuerdan el origen del hombre, "Dios formó al hombre con polvo de la tierra", y también el fin del mismo con la frase "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho".
Este ritual de la imposición de las cenizas nos lleva a recordar que nada somos ante Dios. Las palabras de una de las fórmulas de imposición de la ceniza nos recuerdan lo que somos: “Polvo eres y al polvo volverás”.
El objetivo más importante de un Miércoles de Ceniza bien comprendido es la conversión. Precisamente las palabras que serán pronunciadas en el momento de la imposición de las cenizas son las siguientes: “Conviértete y cree en el Evangelio”. El verdadero espíritu de la Cuaresma, la cual se inicia el Miércoles de Ceniza, está en estas palabras: conversión, arrepentimiento y humildad.