Santa Margarita de Hungría

Una de las mejores formas de profundizar en el amor a Dios es ponerse en sus manos. Como hicieron la familia de la Santa de este día. Porque hoy celebramos a Santa Margarita de Hungría. Nacida en el año 1242 es de familia real. Su padre es Bela IV, rey de Hungría y su abuelo es el emperador de Constantinopla. Antes de su nacimiento ya había sido ofrecida a Dios para que el Señor les liberase de las hordas de los tártaros. 

Y precisamente en la batalla que tuvieron les vencieron. Es cierto que se les pasa por la cabeza la idea de no llevar a cabo la promesa, pero termina cumpliendo lo prometido. Con tres años fue confiada al cuidado de las dominicas de Veszprém. 

En plena adolescencia es llevada al Monasterio en el Danubio, edificado por su padre. Él quería que la situación de su hija fuese de lo más cómoda posible para orar y encontrarse con Dios. Ahí hace profesión solemne para abrazar el carisma dominico. Sus hermanas descubrieron en ella una devota de Cristo Eucaristía y la Virgen. 

También fue una gran servidora en la Comunidad. Muchos intentaron desposarse con ella. Sin embargo alegó su compromiso con el Señor, su Verdadero Esposo. Lo había sellado un día de Pentecostés y lo tenía claro. No sirvieron para nada las amenazas que le hicieron. Su faceta caritativa tocó también el corazón de muchos. 

A su propio padre le convenció para que viviese la misericordia. Santa Margarita de Hungría muere en el año 1270. No llegaba a 30 años de edad. Todos se sintieron reforzados por el testimonio de vida, de una verdadera servidora del carisma de Santo Domingo de Guzmán.