El jefe de bomberos que ayudó en los atentados del 11-S y que se hizo sacerdote
Tom Colluci lleva tres años como sacerdote y recuerda cómo lo que vivió como bombero en el 11-S le ayudó a dar el paso
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Se había acabado otro día de trabajo en el Departamento de Bomberos. Tom se montó en el coche rumbo a casa aquel 11 de septiembre de 2001. Durante el trayecto, lo escuchó. Los medios estaban informando de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York. Todos los policías y bomberos estaban convocados para ayudar. Tom dio media vuelta al coche y volvió al departamento.
Así lo recuerda casi 20 años después. Hoy, Tom lo revive con otro traje: negro, con alzacuellos blanco. Tom Colluci es sacerdote desde hace dos años, pero sus recuerdos del 11-S siguen estando vivos.
Su nombre es Tom Colucci. Era capitán en el Departamento de Bomberos de Nueva York cuando ocurrió el atentado terrorista de las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001, pero desde hace tres años es sacerdote.
Perdió a todos sus hombres: "¿Dónde estaba Dios?"
"Regresé a mi oficina donde fui informado. Cogimos nuestro equipo y nos dirigimos a la zona de la torre sur y comenzamos a cavar entre los escombros, buscando cuerpos o supervivientes", explica en el vídeo "Historias de Esperanza", del portal Aleteia en inglés.
Mientras estaban llevando a cabo esa labor, miraron a lo alto: caía la segunda torre. Todos sus hombres murieron también ese día. Él los sigue recordando cuando vuelve a pasear por esas calles.
"Supongo que la imagen más impresionante en la que puedo pensar es en la de cómo respondió la gente. Había bomberos, había policías, personal de ambulancia, médicos, enfermeras, muchos vinieron a ayudar".
También se acuerda de la pregunta que flotaba en medio del humo y la destrucción. Mucha gente miraba al cielo y se preguntaba dónde estaba Cristo ese día. Su respuesta es: "En toda ese gente que estaba ayudando, en todas esas personas que demostraron que Él está con nosotros en nuestro dolor y nuestra tristeza".
"Pienso que fue el Señor el que nos ayudó a sostenernos para superar la tragedia, para cavar nueve meses entre los escombros, para asistir a todos los funerales".
De jefe de bomberos a sacerdote
"Ese día vi lo peor de la humanidad, pero también vi lo mejor". Esa fue la conclusión de todo lo que vivió entre los escombros. Más bien, una de ellas. En mitad del sufrimiento, Tom recibió una inspiración: la de ser sacerdote, "porque vi algo más profundo que nos unía a todos en medio de esa tragedia", cuenta en el vídeo.
Lleva sólo tres años como cura y da las gracias a Dios por haberle llamado: "Es una vida maravillosa". En la actualidad, no considera que su trabajo haya cambiado mucho: le llaman a cualquier hora, como cuando era bombero y él se pone el traje y va.
"En el departamento de bomberos y en la parroquia ayudas a los necesitados. En la oficina de bomberos, la gente nos llama a todas horas. Nosotros no preguntábamos quiénes eran: nosotros íbamos, respondíamos y les ayudábamos. Ocurre igual en la parroquia".
Muchas personas le preguntan a Tom cómo perdonar a quienes perpetraron el atentado del 11-S y sobre el perdón. "Es algo muy importante, porque te ayuda a seguir, porque, si te mantienes en la ira y en tu dolor, te devoran y destruyen tu vida".
Tom añade que lo que sucedió no se puede olvidar pero que hay que "perdonar de corazón y dejar a Dios que juzgue a las personas". "Nuestro Señor nos pide que perdonemos y siempre hay que tener esperanza de que nuestra vida es parte de un dibujo más amplio".