Las legendarias historias que envuelven a la Cruz de Caravaca
En Caravaca de la Cruz se conserva un trozo del la Cruz donde fue crucificado Jesucristo. Su historia es un misterio
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Según cuenta la leyenda, en Caravaca de la Cruz (Murcia) se conserva un trozo del “Lignum Crucis”. Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró durante su viaje a Tierra Santa la Cruz donde fue crucificado Jesucristo.
La Cruz de Caravaca tiene una historia legendaria. La “Vera Cruz” (o Cruz Verdadera) fue llevada por 2 ángeles, en volandas, hasta Caravaca. Ocurrió durante el año 1231 d.C., cuando se encontraba en dicha ciudad el emir Abuceyt.
El líder musulmán recibió una partida de prisioneros cristianos, entre ellos un sacerdote. El cura le solicitó un crucifijo para celebrar misa. Al parecer, el emir lo autorizó y la Cruz descendió del cielo llevada por ángeles.
Pero está leyenda no está demostrada, porque no se tiene constancia segura sobre la presencia de un emir, llamado Ceyt Abuceyt, en Caravaca. Además, durante su gobierno, tuvo súbditos mozárabes. Por ello, es poco probable que no supiera que en el altar, se pone una cruz para la Eucaristía. Además, resulta facil realizar en pocos minutos una con dos palos de madera.
La Cruz de Caravaca y los Caballeros Templarios
Otra de las interpretaciones apunta a que la Cruz de Caravaca perteneció a los Caballeros Templarios. En el año 1009 d.C. los árabes arrasaron la basílica del Santo Sepulcro, donde se conservaba el madero. Cuando los cruzados reconquistaron Jerusalén (1099 d.C.) cortaron la Cruz en varios pedazos para evitar nuevos robos. Los fragmentos resultantes los repartieron por diferentes lugares: Roma, Constantinopla, Jerusalén, Liebana y Caravaca.
Pero la Orden del Temple protagoniza otra leyenda sobre la Cruz de Caravaca. En cierta ocasión, los musulmanes sitiaron (rodearon) el castillo-santuario. Sus habitantes necesitaban agua potable, pues los sarracenos habían contaminado sus pozos. Varios caballeros templarios llevaron unos pellejos de vino, atados a un caballo y lograron romper el cerco andalusí. Al parecer, bendijeron el vino con la Cruz y lo echaron a los pozos, para descontaminar el agua.
Caravaca es un centro de peregrinación donde, a lo largo de su historia al que han acudido personajes históricos, como el Rey Fernando el Católico o San Juan de la Cruz, que peregrinó en 7 ocasiones. Es una de las 5 ciudades santas (Roma, Jerusalen, Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liebana y Caravaca).
Cada 2 de mayo se celebran en Caravaca “Los Caballos del Vino”, una festividad de las Fiestas Patronales de la Santísima y Vera Cruz (1-5 de mayo). Se realizan procesiones, desfiles de moros y cristianos y las peñas caballistas caravaqueñas engalanan un caballo, para realizar una carrera de acceso al santuario de la Santa Cruz.
En el programa 'La Noche de Rosa Rosado', donde se cuentan las leyendas españolas, se narró su historia. Se puede escuchar aquí.