El motivo por el que se puede considerar pecado saltarse las normas de la 'nueva normalidad'

La 'nueva normalidad' es desde hace días una realidad, aunque determinados comportamientos podrían poner en riesgo la salud del resto

El motivo por el que se puede considerar pecado saltarse las normas de la 'nueva normalidad'

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La intepretación sobre la 'nueva normalidad' tras levantarse el Estado de Alarma es diferente en cada uno de los ciudadanos. Mientras la mayoría de los españoles sí que han interiorizado las medidas de protección dictadas por el Ministerio de Sanidad para evitar rebrotes, haciendo uso de una estricta higiene personal, empleando las mascarillas o guardando la distancia de seguridad para evitar aglomeraciones, algunos (minoría pero no pequeña), consideran que la 'nueva normalidad' no es más que un tecnicismo para denominar la vuelta a la normalidad.

Por ello, acuden en masas a un determinado evento festivo o deportivo, sin ser conscientes de los efectos nefastos que puede traer para la seguridad de su entorno. Una cuestión que ha querido abordar en el programa de COPE.es 'Creer hoy' el capellán de las Hermanas Clarisas de La Inmaculada y San Pascual de Madrid, Francisco Gabaldón, desde un punto de vista del pecado.

00:00
La reflexión de un sacerdote sobre las estatuas de españoles vandalizados: La ignorancia es atrevida

-

¿Es pecado saltarse la ley? Ante dicho planteamiento, el capellán asegura que, cuando se han dictado una serie de recomendaciones ante una crisis sanitaria de tal magnitud como la que estamos viviendo, y que afecta a gran cantidad de personas, es necesario apelar a la responsabilidad personal: “Desde un punto de vista de la fe, si está en tu poder evitar el mal del otro cumpliendo con la ley y no lo haces, pues aunque sea por omisión puede ser considerado pecado”.

Además, añade que “en estos momentos de incertidumbre pasarse por exceso que quedarse corto”.

Y es que, como indica el capellán, poner en riesgo a ti mismo y especialmente al prójimo por tu mala praxis, es un pecado: “En caso de que se trate de una ley injusta, en la cual por ejemplo te impongan acabar la vida del otro, pues hay un bien superior que hace que no te puedan obligar a cumplir con esa norma, como es atentar contra el derecho fundamental de la vida”.