El objetivo de la nueva Mesa del Mundo Rural creada por la CEE: revitalizar los pueblos de la España vaciada
Se trata de dar visibilidad a esta importante parte de la sociedad mirándola no como la España que se vacía, si no como la España de las oportunidades
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El departamento de Migraciones ha promovido la creación de una Mesa del Mundo Rural con el objetivo de conectar a familias de origen migrante que quieren realizar su proyecto de vida en el ámbito rural con las asociaciones o proyectos que promueven, junto a los ayuntamientos y otras administraciones públicas o privadas, la inclusión y revitalización de pueblos en la España rural.
La Mesa del Mundo Rural quedó constituida el 15 de diciembre y forman parte: dos representantes del departamento de Migraciones, su obispo responsable, Monseñor José Cobo, y el director del departamento, el dominico Xabier Gómez; el delegado de Movilidad Humana de la archidiócesis de Madrid, Rufino García Antón; dos representantes de la empresa social Proyecto Arraigo; el alcalde de Paredes de Nava (Palencia) y presidente de la Asociación Nacional “SIEMBRA” de Municipios contra la Despoblación, Luis Calderón Nájera; dos representantes de la Asociación Pueblos con Futuro; y dos representantes de la Asociación Forjando Camino.
Acercarse como Iglesia a las oportunidades de inclusión en el ámbito rural
Con estos miembros, de momento, se pone en marcha esta Mesa como una herramienta para acercarse como Iglesia a las oportunidades de inclusión en el ámbito rural y sensibilizar al respecto; además de contribuir a combatir la despoblación.
Se trata de dar visibilidad a esta importante parte de la sociedad mirándola no como la España que se vacía, si no como la España de las oportunidades. La Mesa del Mundo Rural espera contribuir a impulsar y sensibilizar sobre la importancia de una acogida acompañada desde la reciprocidad, junto a quienes acogen y son acogidos, para revitalizar pueblos y comunidades cristianas.
Con estos objetivos, en su primer encuentro se llegaron a acuerdos para iniciar una hoja de ruta que concrete la posible contribución de la Iglesia, desde el departamento y las delegaciones o secretariados diocesanos de migraciones y parroquias, en la tarea común del cuidado de las poblaciones en el ámbito rural fomentando la cultura del encuentro, así como experiencias de acogida, integración y promoción de familias y poblaciones rurales.