El reto que ha planteado el cardenal Omella para este primer viernes de Cuaresma: "¿Y si hoy ayunas de móvil?”

Este viernes es el primero de Cuaresma, una oportunidad para todos los cristianos para la conversión y tiempo de preparación para la gran celebración de los cristianos que es la Pascua, el Misterio salvador.

La conversión implica un cambio de mentalidad, que nuestros valores no radiquen tanto en el poseer como en compartir. En cuanto se produce la conversión, nuestro interior se hace más accesible al exterior. La Cuaresma es una conversión de nuestro corazón. Una de las herramientas de la conversión es el ayuno, lo que implica una renuncia a todo lo superfluo y todo lo que ata nuestro corazón.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, también ha animado a toda la comunidad cristiana a emprender este camino de conversión y de cambio interior, realizando gestos tan sencillos, como abandonar nuestro teléfono móvil para dedicar ese tiempo a nuestros seres queridos.

“¿Y si hoy ayunas de móvil y te dedicas a hablar verdaderamente con los tuyos? Entre ellos, está Dios, esperándote”, se puede leer en el tuit del también arzobispo de Barcelona.

Y es que en muchas ocasiones, los avances tecnológicos son los que nos impiden en mantener ese encuentro con Dios y con las personas que nos rodean. Los dispositivos móviles o las redes sociales han servido para que la sociedad esté más conectada e informada (con permiso de las 'fake news'), pero a su vez nos lleva a convertirnos en una civilización cada vez más individualista y menos fraterna, lo cual se sitúa en el extremo contrario a lo que promueve el Papa Francisco en su última encíclica 'Fratelli tutti'.