El ejemplo de fe de estos mártires españoles asesinados durante la persecución religiosa de los años treinta

La Iglesia en España conmemora en una sola celebración a todos los Santos y Beatos Mártires que murieron durante la persecución religiosa entre los años 1931 y 1939. La lista, como se puede imaginar, es innumerable, mártires - obispos, sacerdotes, consagrados y laicos - que dieron a Cristo el testimonio supremo del amor.

El 18 de julio de 1936 comenzaba la Guerra Civil Española, que desencadena una violenta persecución contra la Iglesia católica. En Aleluya durante estos meses hemos recordado algunas de esas historia que siguen actuales y son, sin ninguna duda, un verdadero testimonio del amor de Cristo.

El martirio de Joan Roig Diggle

Joan Roig Diggle fue asesinado la noche del 11 de septiembre del 1936. Los milicianos golpearon la puerta de la casa del joven Joan y todo el mundo sabía lo que iba pasar en aquel cualquier momento. Aquella misma noche es apresado y asesinado, no sin antes consumir el Cuerpo de Cristo, que le da la fuerza necesaria para afrontar con serenidad y confianza el martirio.

Se llevaron Joan al cementerio de Santa Coloma de Gramanet donde lo asesinaron con cinco disparos en el corazón y uno en la cabeza. Joan, antes de morir, les dijo: “Que Dios os perdone, como yo os perdono”.

Este sábado, 7 de noviembre, la Sagrada Familia de Barcelona celebra la beatificación del joven Joan Roig Diggle que estará presidida por el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y concelebrada por el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona y el nuncio apostólico de la Santa Sede en España, Mons. Bernardito Auza.

San Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana

Otra figura muy importante es la de San Pedro Poveda, sacerdote que, preocupado por la difusión evangelizadora de los cristianos en el mundo, principalmente en los campos de la educación y la cultura, fundó la Institución Teresiana.

Al comienzo de la persecución contra la Iglesia en tiempo de guerra, fue asesinado por quienes odiaban la religión, ofreciendo a Dios un claro testimonio de su fe. El 27 de julio de 1936, con 61 años y cuando acababa de celebrar la Eucaristía, fue detenido en su casa en Madrid. No ocultó su identidad como "sacerdote de Jesucristo”. A la mañana siguiente encontraron su cadáver protegido por el escapulario de la Virgen del Carmen.

Los Sacerdotes Operarios Diocesanos

El pasado 30 de septiembre, el Papa Francisco autorizó a la Congregación para la Causa de los Santos la publicación de los decretos correspondientes al “martirio” de Francisco Cástor Sojo López y tres compañeros de la hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, que fueron asesinados durante la Guerra Civil.

En la noche entre el 12 y el 13 de septiembre de 1936 en Valverde, Francisco Cástor Sojo López es martirizado a las afueras de la ciudad. Millán Garde Serrano, compañero de la hermandad, murió en unas de las cárceles de Cuenca la noche del 7 de julio de 1938 como consecuencia del maltrato recibido de sus agresores. Manuel Galcerá Videllet fue martirizado en la madrugada del 3 de septiembre en Ibros, con 30 mártires de la diócesis de Baeza y Aquilino Pastor Camberos recibió el martirio del 28 de agosto de 1936 en el Cerrillo del Aire, término municipal de Úbeda y es el mártir más joven de la Hermandad.

Los 51 Misioneros Claretianos Mártires de Barbastro

En el mes de agosto celebramos la memoria litúrgica de los Beatos Felipe de Jesús Munárriz, presbítero, y compañeros mártires claretianos. Son 51 los Misioneros Claretianos Mártires de Barbastro (Huesca), que fueron asesinados por su fe en la sangrienta persecución religiosa de España en 1936.

Estuvieron presos en el Colegio San Lorenzo de las Escuelas Pías, de donde se fueron realizando diversas sacas para su ejecución entre el 2 y el 18 de agosto de 1936. Los fusilaron en el cementerio de Barbastro. Entre los ejecutados estaban los tres misioneros Padre Felipe Munárriz, Díez y Leoncio Pérez, que animaban a los otros sacerdotes a alcanzar la palma del martirio. Murieron al grito de «¡Viva Cristo Rey!».

El cautiverio de Ramón Cervilla Luis

Ramón Cervilla Luis es uno de los mártires que, el pasado 23 de mayo, tenía que ser beatificado en la Catedral de Granada. Ramón fue llevado a prisión junto con otras personas a las que durante el cautiverio alentaba, confortaba y atendía sacramentalmente. Todos sus compañeros fueron posteriormente liberados, menos el sacerdote Ramón al que, según sus perseguidores “había que dejarlo para carne de las fieras”.

El 17 de agosto fue trasladado en automóvil al cementerio de Salobreña donde fue maltratado e insultado, y obligado a que cavara su propia tumba. Fue allí humillado despojándolo de su ropa. Finalmente fue fusilado. Sus últimas palabras fueron: “Os perdono y pido a Dios y a vosotros que mi sangre sea la última que derraméis”

La Hermana dominica Isabel Sánchez Romero

La Hermana dominica Isabel Sánchez Romero fue vapuleada con crueldad y violencia tras ser perseguida por sus creencias religiosas en el año 1937, durante la Guerra Civil Española. Su estancia en prisión fue un verdadero calvario, al ser insultada y agredida físicamente por el bando republicano.

Como en otros tantos casos de religiosos cautivos por las milicias, trataron de obligarla a blasfemar y renunciar a su fe. No lo consiguieron. Antes de morir, fue testigo directo de cómo mataban a su sobrino Florencio. En el caso de la religiosa granadina, pusieron su cabeza sobre una piedra y con otra piedra le machacaron el cráneo. Era el 16 de febrero de 1937.

La cruel muerte de Sor Apolonia Lizárraga

Sor Apolonia Lizárraga fue la madre superiora de las Hermanas Carmelitas de la Caridad. Capturada por milicianos del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) en septiembre de 1936 fue enviada a la terrible checa barcelonesa de San Elías.

La madre superiora permaneció durante varios días en este edificio, torturada, sometida a insultos, golpes y privaciones. El 8 de septiembre, uno de los responsables del edificio apodado “el Jorobado”, en compañía de otros tres milicianos, la trasladaron al patio central. Una vez allí fue desnudada completamente y se le propuso apostatar para salvar su vida. Finalmente, la Madre Apolonia fue aserrada viva y después de descuartizar su cuerpo, los restos fueron echados a los cerdos de la checa.

Olga, Pilar y Octavia, las tres enfermeras que van a ser beatificadas

Olga, Pilar y Octavia son tres enfermeras mártires de la persecución religiosa de los años 30 que van a ser beatificadas el próximo 29 de mayo en Astorga. Las tres enfermeras fueron apresadas y sometidas a vejaciones hasta morir fusiladas finalmente.

Durante su martirio, se negaron en todo momento a renegar de su fe. Muchos de los militares que las custodiaban antes del ataque republicano y los pacientes por los que habían querido quedarse, también murieron a manos de los milicianos.

Las 14 beatas Hermanas Concepcionistas Martirizadas

Y por último queremos recordar la historia de las 14 concepcionistas martirizadas que ya son beatas. En 1936, las monjas del monasterio de San José fueron expulsadas del mismo.

Algunas hermanas pudieron refugiarse en un piso, pero fueron denunciadas en noviembre de 1936 por la portera de un edificio vecino. Los milicianos las detuvieron, subiéndolas en un camión. Nunca más se supo de ellas. El sábado 22 de junio de 2019 fueron beatificadas en la Catedral de La Almudena