Los siete consejos para que los más pequeños de la casa vivan la Santa Misa

La editora de libros, Emma Follett, ayuda a los padres en el desafío de formarles tanto presencial como virtualmente: "Un comportamiento apropiado puede apoyar a la familia"

Los siete consejos para que los más pequeños de la casa vivan la Santa Misa

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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La editora de libros y madre de un pequeño de un año, Emma Follett, dio algunos consejos para ayudar a los padres en el desafío de formar a los pequeños en la vivencia de la Santa Misa, tanto presencial como virtual. En un artículo en National Catholic Register, Follett indicó que como “joven madre de una familia en crecimiento”, la Misa se ha convertido en un refugio y en un desafío, especialmente con un niño pequeño.

Follett señaló que al ver a otras familias se preguntó si estaba haciendo todo lo posible para enseñar a su hijo a comportarse durante la Misa, por lo que buscó respuestas y escribió algunos consejos sobre “cómo promover un comportamiento apropiado durante la Misa que también puede ayudar a su familia”. “Con instrucción sana y tranquilidad, nuestros niños llegarán a respetar la Misa tanto como nosotros”, indicó.

1. Siéntate al frente

Follett indicó que si bien ocupar los asientos más cercanos al altar puede significar una caminata más larga a la parte trasera de la iglesia en caso de una rabieta, los pequeños se sienten más involucrados con la celebración si pueden apreciar lo que realmente está sucediendo. “Los niños pueden involucrarse mucho más si ven más que las espaldas de sus compañeros feligreses”, señaló.

2. Responde las preguntas de los niños

Aunque sea en susurros, “las preguntas sobre la Misa deben ser respondidas. Un niño no recordará sus preguntas después de la Misa, y mientras sea respetuoso, recibir respuestas lo alentará a pensar realmente en lo que está sucediendo”, subrayó. Follett agregó que los padres pueden señalar con tranquilidad los momentos importantes en la celebración, como la Consagración, donde puede decirle al niño un “¡Mira! ¡Ahí está Jesús!”. Además, señaló que es importante fomentar el diálogo luego de la Misa y conversar “sobre la homilía y las lecturas, por qué el sacerdote vistió un color especial, etc.”.

3. Promueve la participación

La editora animó a los padres a asistir a Misa diaria para proporcionar a los niños la “práctica” necesaria para “prepararlos para las Misas dominicales más largas”. Asimismo, indicó que darles una labor en las Misas puede crear en los pequeños una “sensación de logro y madurez”, con responsabilidades simples como “poner el dinero en la canasta de la colecta”.

“Considere llevarlos a un ‘recorrido por la iglesia’ en algún momento durante la semana o después de la Misa. Pídale al diácono, sacerdote o sacristán de su parroquia que muestre a los niños, de cerca, los lugares de la iglesia que de otra manera no pueden ver y explique lo que ocurre allí. El ambón, el tabernáculo y el altar pueden despertar la curiosidad de un niño”, agregó.

4. Prepárate tanto como sea posible

Follett aconsejó a los padres dejar la ropa preparada desde la noche anterior, organizar “las bolsas de pañales de antemano y desayunar a tiempo”, para no llegar ajetreados y enojados a Misa. “Puede practicar la genuflexión, hacer la señal de la cruz y cantar algunas de las canciones de Misa más comunes y sencillas en la casa”, agregó.

5. No refuerces las malas conductas

La editora señaló que cuando sea necesario ir a la parte de atrás de la iglesia, se debe evitar dejar a los niños correr libremente o darles comida o juguetes, “de lo contrario, asociarán su mala conducta con recibir una recompensa”. “Más bien, manténgalos en sus brazos y dé una explicación apropiada para la edad del niño que aborde su mala conducta”, agregó.

6. Celebra los domingos

Follett aconsejó llevar una “bolsa de Misa” con juguetes suaves y libros sobre la Biblia o la Misa apropiados a la edad del niño, que pueden usarse de manera respetuosa sin “desmerecer el sacramento”. “Tener algo ‘especial’ que ver puede ser para los pequeños una parte emocionante de su domingo”, agregó.

Además, aconsejó vestirse de manera elegante para asistir a la Misa, de manera que los niños puedan entender que esta celebración es algo especial. La editora sugerió dar a los pequeños recompensas que puedan compartir en familia luego de Misa. “Si bien los bocadillos distraen durante la Misa, disfrutar de una comida especial o un bocadillo después puede ser una excelente recompensa, al mismo tiempo que les da a los niños algo que esperar cada fin de semana”, agregó.

7. Vive las Misas Virtuales con reverencia

Follett señaló que en este tiempo de pandemia que a veces obliga a ver la Misa desde el hogar, es recomendable vivir con reverencia las celebraciones virtuales. “Prepare un ‘espacio sagrado’ en su hogar con imágenes y velas. Continúe realizando los movimientos de la Misa (sentarse, ponerse de pie, arrodillarse)”, indicó.

La editora resaltó la importancia de vestir la mejor ropa los domingos y dar a los niños la oportunidad de participar, con pequeñas acciones como soplar las velas. “Cuando regrese a la Misa presencial, prepárese para otro período de aprendizaje. Sea paciente con la curva de aprendizaje”, agregó.

“A medida que nuestros hijos crezcan y tengan hermanos menores, el arduo trabajo que estamos haciendo ahora permitirá que nuestros hijos mayores sean ejemplos fundamentales para los más pequeños. Mientras tanto, podemos pedir la gracia de Dios para soportar los momentos más difíciles del proceso de enseñanza”, concluyó.

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