El arzobispado de Toledo se solidariza con una víctima de abusos a la espera de una sentencia firme
La archidiócesis primada recuerda que el sacerdote condenado "sigue apartado del ministerio público" y el asunto continúa bajo investigación eclesiástica
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El arzobispado de Toledo se ha pronunciado sobre la sentencia de la Audiencia Provincial de León condenando a siete años de cárcel y al pago de una indemnización de 40.000 euros al sacerdote Pedro Francisco Rodríguez Ramos por un delito de abuso sexual continuado sobre un menor del seminario menor de Toledo entre 2005 y 2007.
En este sentido, el arzobispado ha incidido en que el condenado sigue apartado y el asunto bajo investigación eclesiástica. Tras la noticia, el arzobispado ha expresado su respeto a la sentencia, "que aún no es firme" y prevé "ulteriores actuaciones judiciales, pues ambas partes manifestaron su voluntad de recurrir el fallo judicial en caso de que fuera desfavorable para su causa".
"Desde la recepción de las noticias indirectas sobre esta acusación, se efectuaron los trámites prescritos por la ley vigente para indagar su verosimilitud. La misma justicia sobreseyó en cuatro ocasiones la causa", precisa el arzobispiado en su comunicado, reparando además en que "en ningún momento el denunciante se ha dirigido a la autoridad eclesiástica diocesana para presentar acusación formal en sede canónica contra el sacerdote en cuestión".
Con todo, añaden que el procedimiento canónico en estos momentos "está bajo supervisión del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y aún no ha llegado a concluirse, por respeto a los tiempos de los tribunales"; además de que el sacerdote "está en situación de apartamiento del ministerio público desde que el tribunal estimó conveniente abrir juicio oral contra su persona".
"Manifestamos nuestra solidaridad con la víctima y su entorno y quedamos a la espera de la resolución firme de la justicia para actuar en consecuencia. Igualmente esperamos la resolución del Dicasterio para Doctrina de la Fe. Reiteramos nuestra disposición a escuchar a la víctima y acoger su dolor y peticiones. Entre tanto, sigue adelante el procedimiento de esclarecimiento canónico y el apartamiento del ministerio público del sacerdote acusado", rematan.