Atención a pacientes con trastornos mentales de moderados a graves: un día en los centros de San Juan de Dios

Una atención integral y humana, los principios con los que trabajan los 2 psiquiátricos que gestionan la orden religiosa en Madrid: "A partir del diagnóstico, las terapias varían"

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ECCLESIA ha conocido de primera mano cómo trabajan los centros psiquiátricos de la Orden San Juan de Dios

José Melero Campos

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“Lo que caracteriza los centros de salud mental San Juan de Dios en Madrid es que damos un servicio muy completo, cubrimos las necesidades de un paciente con trastornos mentales graves o leves o moderados”. En estos términos se ha expresado en ECCLESIA el psiquiatra Álvaro Pico, responsable médico de la Clínica Nuestra Señora de la Paz en Arturo Soria y el centro psiquiátrico de Ciempozuelos, ambas gestionadas por la orden religiosa.

Pese a que ambos centros psiquiátricos pertenecen a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, guardan algunas diferencias, tal y como ha precisado la directora gerente, Elvira Conde: “La Clínica Nuestra Señora de la Paz se dedica a la salud mental y a las adicciones, patologías agudas como psiquiatría de adultos y adolescentes, y el de Ciempozuelos tienen un carácter más sociosanitario con tres líneas de actividad: salud mental, que abarca más la patología de media estancia y crónica de larga estancia con distintas unidades; tiene un ámbito muy grande de discapacidad intelectual y un área muy potente de mayores con trastornos de conducta”.

Los servicios que ofrecen los centros psiquiátricos de San Juan de Dios en Madrid

Son más de 600 los profesionales que cada día trabajan por estos pacientes cuyas vidas se han visto truncadas por determinadas circunstancias. Las patologías pueden ser moderadas o graves y, a partir del diagnóstico, las terapias varían, así como el periodo de ingreso.

“En la Clínica Nuestra Señora de la Paz hablamos de pacientes agudos y subagudos que están durante un tiempo limitado. La parte de subagudos requieren más meses de intervención e ingreso, mientras que por adicciones suelen permanecer en los centros de día. En la parte psiquiátrica son unidades con adultos y adolescentes con tiempos cortos de un par de semanas o veinte días de ingreso, para luego volver al recurso ambulatorio del que proceden”, ha detallado Álvaro Pico.

Por su parte en el centro de Ciempozuelos, las características son más residenciales, aunque dependiendo de la unidad: “Por ejemplo en psicogeriatría hablamos de residentes que proceden del área de atención al mayor o de otros dispositivos que fueron insuficientes porque tienen una gravedad de conducta que hace inmanejable su estancia en ambientes residenciales puros”, ha añadido el psiquiatra.

El perfil de los pacientes

En cuanto al perfil de los pacientes que ingresan en Arturo Soria o Ciempozuelos, el director médico ha remarcado que no es único, ya que se ofrece un abanico de posibilidades de atención que abarcan patologías como cuadros de ansiedad o depresivos que se recuperan en un tiempo razonable, a trastornos mentales graves crónicos que requiere de intervención: “Si no se interviene el problema se va a incrementar y su capacidad de autonomía va a ir disminuyéndose progresivamente. Nuestro trabajo tiene que ser ayudar al paciente a recuperar el mayor nivel de autonomía y estabilizarle al máximo para que sea dueño de sus decisiones en la medida de lo posible”, ha comentado Álvaro Pico.

Los trastornos más comunes

Preguntado por las patologías o trastornos más comunes en los dos centros de la Orden San Juan de Dios, Pico asegura que muchos de ellos presentan cuadros de ansiedad, problemas de sueño o depresiones provocadas por un problema concreto laboral o personal: “Son patologías importantes que hay que resolver pero tienen un recorrido más corto y que con una intervención específica se va a resolver de manera definitiva frente a otros problemas que son menos visibles, que son personas que tienen trastornos graves y que condicionan su vida y funcionamiento”, ha subrayado.

Asimismo, ha explicado que los tratamientos se basan en “aspectos científicos-técnicos homologables a cualquier centro de España o Europa pero tiene su característica propia, la impronta de nuestro modelo asistencial que se basa en aspectos concretos como la integralidad, trabajar con equipos multidisciplinares y con el binomio paciente-familia, en el que el paciente es atendido junto a su entorno directo que suele ser la familia”, ha apuntado.

¿Cómo se sustentan económicamente ambos centros psiquiátricos?

En cuanto al sustento económico de la Clínica Nuestra Señora de la Paz y el de Ciempozuelos, la directora gerente ha explicado que se financian a través de los conciertos con la administraciones públicas y por la vía privada: “En Arturo Soria tenemos conciertos con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. Luego hay parte de pacientes privados o de aseguradoras. En Ciempozuelos el porcentaje de concierto público es mayor, tenemos concierto en salud mental con la Comunidad de Madrid, una unidad de trastornos de conducta alimentaria, una unidad de rehabilitación y retorno a la comunidad de media estancia y una unidad de cuidados psiquiátricos prolongados que son pacientes de larga estancia cuyo ingreso es mayor”, ha detallado Elvira Conde.

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