El Ayuntamiento de Castelló pretende derribar un monumento religioso pese a ser "un símbolo de concordia"

El obispado de Castellón ha remitido una carta al Ayuntamiento, de signo socialista, en la que recuerda que en 1979 se resignificó esta Cruz como símbolo de convivencia en libertad

El Ayuntamiento de Castelló pretende derribar un monumento religioso pese a ser "un símbolo de concordia"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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Polémica en la localidad castellonense de Castelló donde su Ayuntamiento, de signo socialista, pretende proceder a la retirada de la Cruz del Parque Ribalta, a instancias de la Consejería de Calidad Democrática. Una decisión que, tal y como ha manifestado la diócesis de Segorbe-Castellón en una misiva al Consistorio, es improcedente, aunque se ha mostrado abierto a iniciar un proceso de diálogo con la administración local para abordar este asunto.

En la carta de la Vicaría General del obispado valenciano, exponen al Ayuntamiento los motivos por lo que considera improcedente la intención del Gobierno Municipal de retirar el monumento de este espacio verde del municipio: “La Cruz es un símbolo religioso cristiano que expresa amor y perdón, por lo que a nadie molesta su presencia”, remarca en el inicio de la misiva.

De esta manera, afea a los gestores municipales que se utilice la Cruz “de manera partidista por cuestiones políticas”, y precisa que, tanto en el momento de la construcción como de la retirada de la Cruz, “no se altera el único significado religioso”.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos defiende la connotación cultural de la Cruz

Ha ido más allá el obispado, recordando que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos expresó en una sentencia de 2011 que “la Cruz simboliza los principios y valores que fundan la democracia y la civilización occidental, lo que le da una connotación no solo cultural, sino también de identidad y corresponde a una tradición que es importante perpetuar”. Además, aquella sentencia hacía referencia a que “la presencia de símbolos religiosos no vulnera la neutralidad del Estado”, y menos aún en el caso del pueblo de Castelló, con “innegable tradición cristiana”.

En la respuesta del Obispado al Ayuntamiento de Castelló, recuerdan que “la convivencia democrática se caracteriza, entre otros factores, por el respeto a las creencias de los ciudadanos, a las religiones que profesan y a los símbolos que las identifican”.

La retirada de la Cruz: una contradicción del Gobierno de Castelló

Para la diócesis, el derribo de la Cruz del Parque Ribalta es contradictorio con la decisión del Gobierno Municipal de adherir a Castelló a la Carta para la Gestión Municipal de la Diversidad Religiosa, impulsada por el Ejecutivo Central, con el objetivo de ayudar a los gobiernos municipales a gestionar la diversidad religiosa de una manera democrática, inclusiva y plural, y visibilizar el compromiso de los ayuntamientos con la aplicación de unos principios y objetivos básicos en la gestión de la diversidad religiosa.

Por otro lado, recuerdan a la autoridad municipal que el monumento del Parque Ribalta fue erigido en 1944 y resignificado durante la Transición por el pleno municipal en 1979 como símbolo de concordia, convivencia en libertad y recuerdo a las víctimas de todo tipo de violencia. Por todo ello, se subraya en la misiva de la Vicaría General al Ayuntamiento de Castelló, la Cruz no se ve afectada por la Ley de Memoria Histórica.

El proceso para la retirada de la cruz ya ha cerrado el plazo de presentación de alegaciones y han sido varios los partidos políticos --PP y Vox-- así como la Asociación de Abogados Cristianos y la Plataforma de apoyo a la cruz los que ha presentado alegatos contra la retirada del monumento.

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