Bartolomé I es recibido este lunes en audiencia por Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela

El arzobispo de Constantinopla y Patriarca Ecuménico, Bartolomé I, ha sido recibido en audiencia por Felipe VI este lunes, 16 de octubre, en el Palacio de la Zarzuela, en el marco de la visita a España por el cincuenta aniversario de la consagración de la Iglesia Catedral de los Santos Andrés y Demetrio de Madrid (1973-2023) y el veinte aniversario de la fundación Sacro Arzobispado Ortodoxo de España y Portugal (2003-2023).

Bartolomé I ha estado acompañado por Spyridon Vissarion Komzias, Arzobispo-Metropolitano Ortodoxo de España y Portugal.

El cristianismo ortodoxo es la tercera minoría religiosa en España en número de seguidores tras el islam y el cristianismo evangélico. Presenta una diversidad en el sistema español de relaciones con las confesiones, acogida jurídicamente por la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España FEREDE.

Desde su ascensión al Trono Ecuménico el 2 de noviembre de 1991, Bartolomé I ha desplegado la visión de su mensaje de entronización: revitalización espiritual, unidad ortodoxa, reconciliación cristiana, tolerancia, entendimiento y coexistencia interreligiosa, protección y conservación del medio ambiente y unidad mundial basada en la paz, la solidaridad y el amor.

Una visita histórica

La visita de Su Santidad Bartolomé I es una ocasión histórica, porque es la primera vez que un Patriarca de Constantinopla visita España y Madrid. Ayer, domingo 15 de octubre, participó en un encuentro de oración en la Catedral de la Almudena.

“Es la primera vez que un patriarca ecuménico visita nuestra tierra y para los que vivimos el ecumenismo tan de cerca es un momento realmente emocionante”, ha expresado en TRECE el director de la Subcomisión de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, Rafael Vázquez.

Preguntado por las diferencias entre las dos iglesias, el director de la Subcomisión de Relaciones Interconfesionales del episcopado ha explicado que “históricamente se han dado muchas diferencias. Hay cuestiones que son más eclesiológicas como es la comprensión del primado o la infalibilidad del Papa, pero hay también diálogos abiertos en lo que se va viendo una compatibilidad y una necesaria compenetración entre la sinodalidad y el primado. Estos son los temas que nos separan, pero teológicamente donde más cercanos estamos es con el mundo ortodoxo”.