Casi mil religiosas, Hijas de la Caridad, trabajarán por los últimos desde la nueva Provincia España Centro

Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl constituirán este sábado, 27 de noviembre, fiesta de la Virgen Milagrosa, la nueva Provincia canónica España Centro, que unificará las comunidades autónomas de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Murcia y la Rioja, con cerca de 1.000 religiosas trabajando por los más pobres.

"El nacimiento de la nueva Provincia es una oportunidad para revitalizar nuestro carisma y unir fuerzas para el servicio de Cristo en los pobres", han expresado las Hijas de la Caridad. La superiora general de la Compañía, Sor Françoise Petit, elegida en la última Asamblea general el pasado 8 de noviembre, presidirá el acto de constitución de la nueva Provincia en Madrid.

Los actos comenzarán con una vigilia de oración en la Casa Santa Luisa y el acto institucional se celebrará a las 11:00 horas en la Casa San Vicente de Madrid y, a continuación, tendrá lugar una Eucaristía de acción de gracias presidida por el superior general, Tomaz Mavric, en la Basílica de la Milagrosa.

Una vez constituida la Provincia España Centro, comenzará su labor el nuevo Consejo provincial presidido por la nueva visitadora, sor Mª Concepción Monjas Pérez. "Con el impulso del nacimiento de la nueva Provincia, asumiendo el lema del proceso de unificación 'A vino nuevo, odres nuevos', queremos beber del vino nuevo del Evangelio para ser capaces de renovar los odres viejos, nuestras estructuras ya existentes, y con vitalidad apostólica, continuar sirviendo a Cristo en los pobres", ha expresado la nueva visitadora.

La nueva provincia España Centro comprende las comunidades autónomas de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja y Murcia, así como comunidades en Angola y Neully. Con 980 hermanas que atienden a 17.000 alumnos, 30 centros educativos, residencias de ancianos y más de 1.500 personas vulnerables cada día, las hermanas de la nueva provincia tienen como reto "buscar cómo responder mejor a los grandes desafíos" de la sociedad".

"Estamos llamadas a servir Jesucristo en la persona de los pobres y marginados, con un espíritu de humildad, sencillez y caridad. Impulsadas por el amor de Cristo y sostenidas por una profunda vida de oración, vivimos en comunidad de vida fraterna, ayudándonos unas a otras en nuestra misión común de servicio; servicio que se dirige a la persona en todas sus dimensiones humanas y espirituales", han explicado.