La CEE impulsará una campaña que anime a la sociedad a rechazar la eutanasia en las últimas voluntades

En la propuesta del texto, aprobada en Plenaria, los firmantes mostrarían su deseo de recibir cuidados paliativos en caso de no poder expresar su voluntad sobre el tratamiento

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José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ha aprobado la propuesta del nuevo texto de últimas voluntades que ofrece la posibilidad de rechazar la práctica de la eutanasia, una ley que ha sido aprobada recientemente y que entrará en vigor en próximas semanas.

En este testamento vital, los firmantes manifiestan su deseo de que “si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica; que se me administren los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento; que no se me aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el “suicidio médicamente asistido”, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte”.

También pide “ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte y para ello solicito la presencia de un sacerdote católico y que se me administren los sacramentos pertinentes”.

El Secretario General de la CEE, Mons. Luis Argüello, espera que este texto “sirva de referencia común, aunque en cada comunidad autónoma habrá que ver la manera cómo se conjuga. En la ley se hace referencia a la libertad para acabar con la propia vida o la de otros, y por eso tenemos este texto y queremos hacer campaña de difusión de este texto y animar a la sociedad española a dar el paso e inscribir este testamento vital de últimas voluntades en favor de la vida y de los cuidados hasta el final en los registros correspondientes de cada CCAA”.

Está previsto, apunta el portavoz de los obispos, que “la campaña para hacer esta declaración en favor de la vida tendrá luego una concreción en cada comunidad autónoma haciendo referencia al requisito que cada territorio precise”.

El también obispo auxiliar de Valladolid ha remarcado que el texto del testamento vital, según recoge la ley, pide que sea recogido en un registro público para que se incorpore al historial de un paciente: "Por tanto, que en un hospital al teclear el historial, además de decir que tiene una operación o que lleva audífonos, también el poder decir que esa persona ha hecho una declaración sobre sus últimas voluntades. Esto requiere ir a un registro y cumplir con lo dictado en cada comunidad autónoma. Supone un esfuerzo, pero en la campaña queremos facilitarlo lo más posible con recursos electrónicos que hay, pero tamibén pensamos en situaciones de personas que no puedan desplazarse. Pero las exigencias actuales piden algo más que llevar en la cartera el testamento", advierte Mons. Argüello.

Modelo de documento a firmar

A mi familia, al personal sanitario, a mi párroco o al capellán católico:

Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que esta Declaración sea considerada como expresión formal de mi voluntad, asumida de forma consciente, responsable y libre, y que sea respetada como documento de instrucciones previas, testamento vital, voluntades anticipadas o documento equivalente legalmente reconocido.

Considero que la vida en este mundo es un don y una bendición de Dios, pero no es el valor supremo absoluto. Sé que la muerte es inevitable y pone fin a mi existencia terrena, pero desde la fe creo que me abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios.

Por ello, yo, el que suscribe …………………………………………………………………………………. (nombre y apellidos), de sexo…………………………….., nacido en………………………… con fecha …………………., con DNI o pasaporte nº……………………………. y tarjeta sanitaria o código de identificación personal nº……………………………………., , de nacionalidad…………………….., con domicilio en……………………………………………… (ciudad, calle, número) y con número de teléfono ……………………………,

MANIFIESTO

Que tengo la capacidad legal necesaria y suficiente para tomar decisiones libremente, actúo de manera libre en este acto concreto y no he sido incapacitado/a legalmente para otorgar el mismo:

Pido que, si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica; que se me administren los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento; que no se me aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el “suicidio médicamente asistido”, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte.

Pido igualmente ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte y para ello solicito la presencia de un sacerdote católico y que se me administren los sacramentos pertinentes.

Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia, en paz, con la compañía de mis seres queridos y el consuelo de mi fe cristiana.

Suscribo esta Declaración después de una madura reflexión. Y pido que los que tengáis que cuidarme respetéis mi voluntad.

Designo para velar por el cumplimiento de esta voluntad, cuando yo mismo no pueda hacerlo, a………………………………, DNI ……… , domicilio en ……………………. y teléfono………….. y designo como sustituto de este representante legal para el caso de que éste no pueda o quiera ejercer esta representación a……………………………….., DNI ……… , domicilio en ……………………. y teléfono…………..

Faculto a estas mismas personas para que, en este supuesto, puedan tomar en mi nombre, las decisiones pertinentes.

En caso de estar embarazada, pido que se respete la vida de mi hijo.

Soy consciente de que os pido una grave y difícil responsabilidad. Precisamente para compartirla con vosotros y para atenuaros cualquier posible sentimiento de culpa o de duda, he redactado y firmo esta declaración.

Firma:

Fecha:

DNI: