Cerro Chaves: "Luchemos para que no desaparezca ni un solo puesto de trabajo"
El arzobispo de Toledo reflexiona sobre el Primero de Mayo y ofrece a san José como modelo a seguir para todos los trabajadores
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"El trabajo dignifica a la persona humana". Es lo que recuerda en este Día Internacional de los Trabajadores Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, en una carta que ha publicado con motivo de este Primero de Mayo. El primado de España asegura que "ante la situación laboral que vive nuestra sociedad, san José Obrero nos puede ayudar a vivir el trabajo con dignidad, como dice Laboren Exercens. No como un castigo, sino como una colaboración a la santidad, "como lo vivió san José, que en Nazaret sacó adelante a la familia y trabajó con sus manos y se entregó al servicio desde el 'sindicato' de la madera, trabajando, amando como esposo, padre y trabajador, sin renunciar a dar gracias a Dios porque no nos falte 'el pan nuestro de cada día' ganado con el sudor de la frente".
Cerro Chaves aprovecha para recomendar la exposición San José. Esposo. Padre. Santo situada en la sala de exposiciones del Arzobispado de Toledo, porque "es una catequesis magnífica". Además, en tres puntos, desgrana por qué san José nos puede ayudar a vivir estos momentos.
Trabajar es un bien para el hombre y la mujer
"El trabajo dignifica a la persona humana. Demos gracias a Dios cada día por el trabajo. Mantengamos nuestros puestos de trabajo, luchemos para que no desaparezca ni un solo puesto de trabajo, donde tantas personas viven a veces dramas inmensos de no llegar a fin de mes, de tener necesidades básicas que no están cubiertas", expone el arzobispo de Toledo, que continúa recordando que "el trabajo tiene en sí mismo una bondad y crea la armonía de las cosas —belleza, bondad— e involucra al hombre en todo: en su pensamiento, en su acción, en todo. El hombre está involucrado en el trabajo. Es la primera vocación del hombre: trabajar. Y esto le da dignidad al hombre. La dignidad que lo hace parecerse a Dios. La dignidad del trabajo”.
Cerro Chaves propone, así, la figura de san José de Nazaret, que "vivió amando a través del trabajo a su familia, a los que cuidó como 'custodio del Redentor' y que el Padre le confió, como 'sombra del Padre' esta misión de cuidar, ayudar y amar a que los que amamos y tenemos la misión de ganar honestamente el pan de cada día, entregando la vida por amor y trabajando por la sociedad".
La falta de trabajo, el paro: un cáncer con metástasis
El primado de España reconoce que está especialmente preocupado por el paro en las familias y entre los jóvenes y, citando al Papa, asegura que: "Es una verdadera plaga social, debido a que priva a los jóvenes de un elemento esencial para su realización y al mundo económico de la aportación de sus fuerzas más frescas. El mundo laboral debería estar esperando a jóvenes preparados y deseosos de esforzarse y emerger. Al contrario, el mensaje que en estos años han recibido a menudo es que no se les necesita".
"Cuando no hay trabajo el panorama del presente y del futuro se oscurece. Sin trabajo, cuando se instala el paro en la sociedad, en las familias, en los jóvenes, afecta a la salud física, psicológica y espiritual. Sin trabajo, es fácil que la persona lleve a enfermar y a muchos les cueste encontrar el sentido de la vida", señala Cerro Chaves.
"Cuando vemos las cifras del paro en España, en Castilla la Mancha, en Toledo... y pasamos a verlo en tantas personas que comparten nuestra vida, personas de nuestras familias, nuestros amigos, que nos tocan tan de cerca, que vienen a nuestros grupos juveniles, a nuestras parroquias, a nuestras comunidades, no dejan de ser una gran preocupación en mi corazón de pastor", afirma el arzobispo de Toledo.
San José Obrero ayuda a todos los trabajadores del mundo
Francisco Cerro Chaves recuerda, en este momento, el ejemplo de sus padres: "Mi padre, ferroviario, y mi madre que, desde la casa y el hogar doméstico, se dedicó a sacar adelante a la familia, con una vida trabajadora, sencilla y honrada. Tantos trabajadores que nos han enseñado el cumplimiento del trabajo bien hecho, con mucho amor y profesionalidad".
"Encomiendo a todos los trabajadores. Rezo especialmente para que, en medio de sus trabajos, de sus cruces económicas y de las dificultades se cumpla la misión de que, a través del trabajo, se dignifica la propia dignidad, pasar haciendo el bien y sabiendo como cristianos que el trabajo es también un medio de santidad", explica.
El arzobispo de Toledo cita una vez más la Laborem Exercens de san Juan Pablo II para recordarnos que "hace falta, por lo tanto, que esta espiritualidad cristiana del trabajo llegue a ser patrimonio común de todos. Hace falta que, de modo especial en la época actual, la espiritualidad del trabajo demuestre aquella madurez, que requieren las tensiones y las inquietudes de la mente y del corazón".
"Los cristianos, lejos de pensar que las conquistas logradas por el hombre se oponen al poder de Dios y que la criatura racional pretende rivalizar con el Creador, están, por el contrario, persuadidos de que las victorias del hombre son signo de la grandeza de Dios y consecuencia de su inefable designio. Cuanto más se acrecienta el poder del hombre, más amplia es su responsabilidad individual y colectiva. El mensaje cristiano no aparta a los hombres de la edificación del mundo ni los lleva a despreocuparse del bien ajeno, sino que, al contrario, les impone como deber el hacerlo", apunta Cerro Chaves.
El primado de España concluye su carta pidiendo que "san José Obrero, esposo de la Virgen María, nos ayude a colaborar con Dios Creador y con Cristo Redentor, para transformar el mundo según el Corazón de Dios, construyendo la 'civilización del Amor'".