Por qué no hace falta estar enfermo para recibir la unción de enfermos

José Luis Méndez, delegado de la Pastoral de la Salud en la diócesis de Madrid, explica porqué la unción de enfermos es un sacramento para dar fuerzas a los vivos

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Papa invitaba a rezar este mes de julio por los enfermos, y reflexionaba sobre el sacramento de la unción de enfermos. ''No es un sacramento solamente para aquellos que están a punto de morir''. Es un sacramento de sanación del Espíritu y de esperanza.

José Luis Méndez es el delegado de la Pastoral de la Diócesis de Madrid. ''Como todo sacramento es una acción de Dios que se hace presente en la vida de las personas en momentos concretos'' como el perdón de los pecados y alimentarnos del pan de la Eucaristía. Otro momento es la enfermedad, el sufrimiento y decaeimiento. ''No hace falta estar enfermo para recibir la unción de enfermos'', y añade que los mayores de 65 años ''podríamos recibirla todos los años en la pascua del enfermo que celebramos en España el sexto domngo de Pascua''.

Un sacramento que se puede recibir antes de una operación

La unción de enfermos, sin embargo, es un sacramento con el estigma del final de la vida. Como dice el Papa, que ''después del sacerdote llega el enterrador'', y no es así. Esta mentalidad no ayuda ''y nos priva de un sacramento que, en algunos momentos, ayuda a llevar la enfermedad'' y los años de la edad ''con más garbo''. Este sacramento ''no nos va a devolver la memoria o la capacidad de correr, pero nos ayudará a vivirlo de otra manera''.

En una catequesis sobre este sacramento, Francisco llamó a aplicarlo a partir de los 65 años. También a personas que van a ser operadas.

La unción de enfermos y la extremaunción no es lo mismo

Los efectos del sacramento perdona los pecados y remite la pena temporal. ''Si te mueres y te han dado la unción de los enfermos, te saltas a pértiga el purgatorio'', asegura el padre Méndez.

Asegura que, a través de la Pascua del Enfermo, en España se celebra una misa con la unción de los enfermos para todos los enfermos y para todos los mayores. ''No hace falta estar al borde de la muerte'', pues es la extremaunción.

Jesús la instituyó y así da fe el apóstol Santiago. ''¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que recen por él y lo unjan con óleo en el nombre del Señor'' (San 5, 14).

Igual que pedimos ''oye, reza por mí'' en momentos difíciles, podemos pedir la unción en momentos.