Diez años sin el Padre José Luis Gago: "Demostró que se puede ser santo y se puede ser empresario”

'La Noche' ha repasado la trayectoria de este dominico que fue uno de los grandes impulsores de COPE, con la periodista Elsa González y el sacerdote Salustiano Mateo

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Diez años sin el Padre José Luis Gago: "Demostró que se puede ser santo y se puede ser empresario”

Redacción Religión

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El Padre José Luis Gago fue singular hasta para despedirse de todos nosotros. Decidió irse hace justo diez años, un 22 de diciembre de 2012. Este jueves es una fecha marcada por gran parte del país por el sorteo de la Lotería de Navidad. Pero, para muchas personas, especialmente, los periodistas y los oyentes de la Cadena COPE es una fecha marcada en sus corazones.

El dominico, y también periodista, reunía características poco comunes en la actualidad: era inteligente y humilde. En 'La Noche' de COPE han ahondado en la figura de este dominico que fue artífice de COPE tal y como la conocemos hoy.

Elsa González, sobre el Padre Gago: "Se puede ser santo y se puede ser empresario”

La periodista Elsa González fue una gran amiga de José Luis Gago, con quien trabajó durante más de dos décadas. Su capacidad para emprender y de innovar, además de su humanidad, es el legado que, a juicio de Elsa González, deja el religioso una década después de su marcha.

“Cuando despareció los trabajadores nos sentimos un poco huérfanos. Quizás antes, cuando en el año 2000 deja la emisora. Fue como se iba siempre, en silencio. No hubo despedidas. Pero se le ha echado de menos permanentemente”, ha asegurado.

González ha destacado la faceta emprendedora del dominico, que se hizo patente cuando unificó el conjunto de emisoras independientes que componían la cadena en la década de los sesenta y setenta. Todo cambió cuando la sociedad española demandaba información tras décadas de dictadura: “El Padre Gago se dio cuenta de que la evangelización tenía que llegar por vías nuevas. Se empeña en unificar la cadena, que era una orden ministerial. Contra todo pronóstico, porque no había ni dinero ni ganas de unirse, consigue contratar al comunicador más importante del momento que es Luis del Olmo, y eso anima a todas las emisoras a crecer, a unirse al proyecto”, ha contado.

De esta manera, COPE se convierte en una alternativa social en medios de comunicación. Un campo que dominaba a la perfección el Padre Gago, quien poseía una voz “con contenido y continente”, al ser un hombre de radio, como ha expresado la también expresidenta de la FAPE.

“Yo a veces echo de menos figuras de este calibre, nos faltan grandes editores, grandes periodistas, porque él lo era. Compaginaba bien esa capacidad empresarial para contratar y al mismo tiempo un hombre que, después de haberse reunido con políticos o empresarios de lo más puntero de la sociedad, se iba a su celda en la calle Claudio Cuello”.

Un hecho que ha llevado a Elsa González ha afirmar que “se puede ser empresario y tener un grado de generosidad, de bondad, de humanidad. Está en vías de beatificación. Se puede ser santo y se puede ser empresario”, ha recalcado.

"Renunció a la diálisis para personas más necesitadas"

Otro dominico, Salustiano Mateo, también conoció muy bien al Padre Gago desde su etapa como noviciado: “Me tocó estar con él en el noviciado, en Filosofía y después de mayores coincidimos en el mismo convento de San Pablo de Valladolid. Le conocí bastante”, ha aseverado en 'La Noche'.

A los diez años, el Padre Gago ya le comentó a sus padres que quería entregar su vida a Dios, así que ingresó en la escuela apostólica que los dominicos tienen en Corias (Asturias). El Padre Salustiano ha compartido los miedos que sentía el luego responsable de COPE en aquellos años, cuando tuvo que dejar a sus padres pese a su corta edad.

“Dejar Castilla, la llanura, la planicie y de repente meterte en un valle hondo y al final d ese valle en un monasterio benedictino del siglo XIV o antes, imagínatelo que tuvo que ser para él llegar a ese lugar, a un lugar donde te encontrabas con cantidad de chicos que no conocías a ninguno y tenías que ir haciéndote con las relaciones humanas. Pero sobre todo lejos de casa a esa edad”.

Salustiano Mateo ha destacado de la figura del Padre Gago su discreción también cuando abandonó su responsabilidad como prior de su comunidad: “Una vez dejó el cargo se quedó ahí. Podías ir a su celda para que te aconsejara, pero nunca se entrometía en nada. Era una discreción que transmitía confianza”, ha puntualizado.

Pero lo que nunca olvidará el dominico son los últimos días de Gago. El mieloma múltiple que le diagnosticaron en 2008 seguía avanzando, carcomiendo sus huesos, lo que le provocaba intensos dolores. Fueron cuatro años de hospitalizaciones, intervenciones quirúrgicas, sesiones de quimioterapia y diálisis, silla de ruedas y tratamientos con morfina.

Pese al sufrimiento, el Padre Gago no dudó en negarse a la diálisis para que otro paciente que lo necesitara más pudiera recibirla. Sabía que aquello le condenaba a morir: “En los últimos días le preguntaron '¿quiere que le sometamos a diálisis?' Y después de pensarlo y con algo de emoción, dijo 'prefiero que lo hagáis con personas más necesitadas'. Ese gesto de desprendimiento indicaba la calidad de hombre que había, su generosidad”, ha recordado el Padre Salustiano.

“Cuando estaba prácticamente dormido, con paliativos, me acercaba al oído y le cantaba cosas, canciones de cuando éramos jóvenes. En ese momento en el que pensábamos que no percibía nada, empezó a mover los labios. Eso me llegó al alma porque era consciente de lo que está cantando”, recuerda con emoción el dominico.

Una década después, el Padre Gago está en proceso de beatificación y es un buen momento para dar gracias por todo el legado personal y profesional que nos dejó el dominico y periodista, como le gustaba definirse.