Clara, joven de misiones en Moscú: "Cuando cuidas a otros, se te devuelve más amor del que das"

Un grupo de jóvenes madrileños viajaron el pasado mes de julio para colaborar con las Misioneras de la Caridad y volvieron a Madrid "totalmente cambiados"

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Clara Alonso: "Cuando cuidas a otros, se te devuelve más amor del que das"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Un grupo de jóvenes de Valdemoro ha vuelto de pasar la segunda quincena de julio de misiones en Moscú. Tenían un objetivo especial: ayudar a los más necesitados. Allí vivieron experiencias realmente inolvidables, como nos cuenta Clara Alonso. Esta joven estudiante de Medicina ha resumido así los 15 días que pasaron en pleno corazón de Rusia: Cuando tú te das y te dedicas a cuidar a otros, al final se te devuelve mucho más amor del que tu entregas". Los jóvenes madrileños han regresado de Moscú “totalmente cambiados”. Así describe la experiencia de misiones Patxi Bronchalo, el sacerdote que les acompañó: "Trabajar en la misión marca la vida con una huella de Dios muy especial".

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Un grupo de jóvenes madrileños viajaron el pasado mes de julio para colaborar con las Misioneras de la Caridad y volvieron a Madrid "totalmente cambiados

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Patxi Bronchalo tiene 32 años, pertenece a la Diócesis de Getafe y ejerce como sacerdote en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Valdemoro. Clara Alonso, es una joven de Valdemoro que tiene 22 años. Pertenece al Camino Neocatecumenal y a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, donde también es catequista. Ambos han explicado a COPE lo que les ha motivado a pasar un verano misionero: "Aunque el tiempo libre está bien, se puede aprovechar el verano trabajando de otra forma".

¿Por qué optaron por ir de Misión a Moscú con el frío que hace allí?

Patxi y Clara cuentan que una buena forma de ayudar al prójimo en verano es la de “ir de misión a otros países”. Clara explica que “un grupo de amigos sentíamos en el corazón que teníamos que hacer algo más que descansar, o ir de vacaciones a la playa”. "Queríamos estar más cerca de Dios, de los pobres, de la gente que lo necesita", subraya.

Tanto es así, que llamaron a muchas puertas de la ciudad, ofreciéndose como misioneros. "Llamamos a muchos sitios y los primeros que nos dijeron que 'sí' fueron las Misioneras de la Caridad en Moscú. Entonces, allá que fuimos".

Las Misioneras de la Caridad de Santa Teresa de Calcuta, también conocidas como las 'Sisters' - por su nombre en inglés- trabajan con empeño y caridad para ayudar a los más necesitados. Patxi Bronchalo ha relatado que las 'Sisters' cuentan en Moscú con una casa dedicada al cuidado de niños especiales. Se trata de un hogar para las personas con síndrome de Down, autismo y parálisis cerebral en distintos grados. Además, disponen de otra casa en la que ayudan a personas sin hogar, algunos de ellos con adicciones.

¿Cómo fue su vida en Moscú?

Llegaron a Rusia "preparados para hacer cosas que quizás uno no sabe hacer, dando lo mejor de uno mismo y por amor a Dios”, según Bronchalo. Durante dos semanas, han podido vivir una experiencia “fuerte de oración, y de trabajo”, coinciden el sacerdota y la joven.

Estos jóvenes han contado cómo era su día a día. Se levantaban muy temprano, dedicando una hora de oración, entre las 6 y las 7 de la mañana. Posteriormente se celebraba la Eucaristía, acompañados por las Misioneras de la Caridad. Después del desayuno, varios grupos se ponían a trabajar en diferentes áreas. Unos atendían a los niños y a las personas sin hogar, mientras que otros limpiaban la casa y hacían la comida.

Después de comer, descansaban un rato. Posteriormente, seguían dedicándose al voluntariado misionero. A media tarde, rezaban las Vísperas, tenían tiempo libre y cenaban. Se iban a dormir temprano, pues al día siguiente el despertador volvía a sonar muy pronto. También, tuvieron un día de descanso donde fueron de excursión a un lugar "impresionante", como escribió Bronchalo en Twitter.

¿Cómo era su labor ayudando a las Misioneras de la Caridad?

Durante su estancia en Moscú, los jóvenes misioneros montaron un “campamento” para cuidar a los niños: “Nosotros lo que hacíamos era ayudarlas (a las Misioneras de la Caridad) con los niños, cuidando de ellos, dándolos de comer, jugando con ellos”, trabajando en la casa, cocinando, limpiando”, detallaron.

Clara ha explicado también que se juntaban en una sala parecida a un gimnasio. “Nos íbamos a una especie de sala que teníamos, parecida a un gimnasio, y allí hacíamos ejercicio, bailábamos, hacíamos juegos. El día que hacía un poco de mejor tiempo nos íbamos al parque o dábamos un paseo”. También representaron una obra de teatro y colaboraron en tareas de limpieza en la casa.

Clara recuerda una anécdota significativa que le impactó. Una mujer regaló un dibujo a las 'Sisters'. En él aparecía “una Misionera de la Caridad con una antorcha en medio de mucha oscuridad, en medio de pastillas, botellas de alcohol, de niños abortados, violencia. Esta mujer quería expresar a las monjas como ellas traían la luz a todo el infierno que viven ellos, y a toda la oscuridad que viven en la calle, en el pecado en un ambiente sin Dios”. A Clara le pareció un gesto precioso “porque al final eso es lo que hacen ellas (las Misioneras)”.

¿Qué ha supuesto esta Misión para los jóvenes?

Patxi Bronchalo ha asegurado que, para los jóvenes, “ha sido experiencia muy grata el entregarse al Señor durante esta Misión en Moscú". "Han vuelto muy tocados, hemos vuelto muy cambiados. Una vida así, dura, pues es pesada sin Dios. Pero (con Él) es muy llevadera, ligera, ha sido una experiencia fuerte para nosotros, encontrar a Dios en medio del trabajo, en medio del pobre, del niño enfermo”, ha reflejado. Este tipo de misiones, afirmó, enseñan a los jóvenes a ser solidarios. “Viene muy bien para un joven salir de uno mismo, conocer otras realidades, conocer otras necesidades y vivir más pendientes de Dios y más pendientes de los demás”.

Para Clara Alonso, la misión puede aportar muchas cosas. “En primer lugar, un orden de prioridad en su vida. A veces, nos creemos que los estudios, o los amigos, o nuestras cosas, son lo primero. Y, estando en la Misión, te das cuenta de que muchos de nuestros problemas son nada en comparación con lo que sufren otras personas. Y te hace salir de ti mismo y preocuparte por el otro”. Esto, comentó, es bonito pues “si vives pensando solo en ti, al final te ahogas”. Esto no tiene ninguna satisfacción, afirma la joven.

La Misión en Moscú tiene otras aportaciones preciosas, como asegura Clara. “Cuando tú te das y te dedicas a cuidar a otros, al final se te devuelve mucho más amor del que tú entregas. Eso no está pagado, no se puede compensar. Entonces al final disfrutas muchísimo y te llevas experiencias preciosas”, afirma.

Clara también ha compartido algunas de las cosas que más la ayudaron e impresionaron: “Lo que más me ha ayudado en la Misión, desde luego, ha sido rezar con las hermanas, porque las 'Sisters' son unas personas muy especiales. Están totalmente entregadas a Dios y a los pobres”.

Estar al lado de los necesitados, aseguró Clara, “me ayudaban y me entraban ganas de amar mucho más a Dios, de ser como ellas y de entregarme totalmente. Cuando tú pones a Dios en primer lugar, la vida se hace maravillosa hasta en el trabajo más duro”.

Concluyó animando a los jóvenes a colaborar como misioneros. “Les diría que fuesen valientes, que dejasen atrás los miedos. Hay tanto mal en el mundo que hay que compensarlo haciendo el bien”. A una persona que se esté planteando ir de misionero, o colaborar como voluntario, la joven le diría “que pensase en todo lo bueno que puede hacer, saldrá recompensado, lo disfrutará muchísimo”.

En los canales de Facebook y Youtube de Patxi Bronchalo se puede seguir las publicaciones que realizó durante la Misión en Moscú.