Francisco Castro Miramontes: “El Camino de Santiago, más que una ruta geográfica, es un camino interior”
El sacerdote y escritor franciscano presenta su nuevo libro, La Senda de la Vida, en el que reflexiona sobre el Camino de Santiago y las lecciones espirituales que deja
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El sacerdote y escritor franciscano Francisco Castro Miramontes reflexiona, desde su ya larga experiencia como peregrino y hospitalero, sobre el Camino de Santiago y las lecciones espirituales, físicas, sociales y emocionales que se aprenden transitando por la senda de las estrellas, metáfora de la propia vida. Ha presentado su nuevo libro titulado ‘La Senda de la Vida’ en Santiago de Compostela y ha atendido a ECCLESIA para reflexionar sobre el mismo.
Castro ha confesado que este nuevo libro “se trata de una especie de historia comenzada hace ya muchos años. En su momento en Santiago de Compostela, cuando realizaba la labor de acogida de peregrinos en el hogar de espiritualidad de San Francisco de Asís disfrutaba mucho con lo que contaban los peregrinos. Me parecía muy hermoso y de una profundidad muy grande y quise captarlo para que no fuese solo fruto de un momento. Al final cuando el Camino termina, cada uno regresa a casa por los caminos de la vida, la auténtica vida”.
El sacerdote indica que en aquel entonces ya comenzó a escribir algunas de estas historias, y curiosamente habían quedado ahí en el olvido. “Por suerte en O Cebreiro, donde vivo en la actualidad, he vuelto a vivir hermosísimas historias que cuentan los propios protagonistas de la peregrinación”. Cuenta que aprovechó el parón del confinamiento de la pandemia para poner en orden todas esas reflexiones. “Me di cuenta que tenía algunas de esas historias escritas desde hacía años guardadas en el ordenador y lo que hice fue completarlas. En cierto modo, este libro es fruto de dos momentos históricos, pero con algo en común, siempre en contacto directo con el camino y sus protagonistas".
“Hemos notado mucho la cantidad de peregrinos que han venido”
Sobre el aumento de flujo de peregrinos, el escritor cuenta que “especialmente este año son muchos los peregrinos que vienen de tantos y tantos lugares del mundo. Los datos oficiales también avalan el crecimiento de peregrinos, pero también es cierto que en el mero contacto con el Camino, evidentemente he notado que este año ha habido más peregrinos de lo habitual”. Contrapone la cantidad de visitantes a la época en la que no podía acudir nadie. “Fue muy llamativo el momento de la pandemia porque sucedió algo que hacía muchísimos años que no sucedía, que era no haber ni un solo peregrino en el Camino”.
Respecto a sus inquietudes, Castro reflexiona que “como santiagués y como gallego, siempre intento ofrecer al Camino parte de lo que el Camino a mí me ofreció en su momento también como peregrino. La gran mayoría de peregrinos hace el Camino a pie y viven una experiencia interior sobre todo. Suelo decir que el Camino de Santiago más que una ruta geográfica es un camino interior, cada cual con su vida a cuestas, cada cual con sus inquietudes, aspiraciones, luchas o esperanzas. En todo caso hay una llamada común que hace que venga tantísima gente”.
"El Camino es una demostración de que es posible la convivencia en paz"
Por último afirma que “para mí el Camino es una especie de demostración de que es posible la convivencia en armonía y paz. Entre tantas y tantas personas, tantos colectivos, de tantos lugares del mundo, distintas razas, distintas lenguas, distintas condiciones sociales, incluso distintas religiones, todo ello convive en un equilibrio armonioso y ese es un milagro que realiza el Santo Apóstol”.