El futbolista del Real Madrid que mantiene una mística especial que le ayuda mucho en los terrenos de juego
El futbolista ha recuperado este año su mejor versión
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El jugador del Real Madrid, Luka Modric, ha vuelto a resucitar esta temporada, después de un ejercicio 2018/2019 irregular como consecuencia de las lesiones y un ritmo de competición tan elevado para un deportista que supera con creces la treintena. Curiosamente, su peor momento en el club lo vivió en la temporada en la que se hizo con el Balón de Oro, poniendo fin a la 'dictadura' de Cristiano Ronaldo y de Messi, ganador de este galardón en los años anteriores.
El jugador croata nunca tuvo una vida sencilla, ya que Modric pertenece a la generación que creció en medio de la Guerra de los Balcanes a comienzos de la década de los noventa, en la que su padre por cierto combatió y logró sobrevivir. El abuelo de Luka no corrió la misma suerte, muriendo asesinado por milicianos serbios. Su familia se vio obligada a huir de su hogar en Obracovac y se trasladaron a Zadar, viviendo en un hotel que se convirtió en un improvisado campamento para refugiados.
Lo que mucha gente no sabe, es que Modric profesa la religión católica. Prueba de ello fue en los dos últimos mundiales de fútbol, disputados en los años 2014 y 2018. En el primero, los integrantes de la selección croata se concentraron antes de la cita internacional en Medjugorje. Fue entre el 27 de mayo al 2 de junio.
El lugar elegido no era fruto de la casualidad, ya que Medjugorje (Bosnia-Herzegovina) es un sitio no oficial de peregrinaje católico desde la presunta aparición de la Virgen María en la Colina de las Apariciones en 1981. Por ello, se dirigieron hasta allí “para dar gracias por la buena salud y por lo que éramos capaces de superar todos los días. Dar las gracias por cada mañana cuando nos despertamos vivos y bien. Aquí nos sentimos como en casa, nos encontramos con una paz tan necesaria y el hogar para volver a casa en un ambiente relajado”, explicaba en aquel momento el portero titular del combinado croata, Stipe Pletikosa.
Cuatro años más tarde, en 2018, ya en el Mundial de Rusia, los jugadores de Croacia lucieron la camiseta de la Virgen de Medjugorje debajo de la oficial. Varios de los integrantes de la selección croata encarnan esa fuerte identidad religiosa que se atribuye a su país. Uno de ellos es Luka Modric, que es católico practicante.
El jugador blanco está casado con Vanja Bosnic, con quien tiene tres hijos: Ivano, Ema y Sofia. El pasado mes de mayo, incluso compartió en sus redes sociales las fotos de la Primera Comunión de su hijo mayor.