García Magán rechaza la "instrumentalización política" y "discursos alarmistas" hacia los migrantes
El portavoz de los obispos ha recalcado que la acogida a los migrantes se inscribe en la defensa integral que la Iglesia tiene que hacer de la vida humana"
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El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Francisco César García Magán, ha lamentado la utilización política que se continúa haciendo en torno a las migraciones, y aboga por que se impulse “un pacto de Estado sin etiqueta política”.
Así lo ha expresado el portavoz de los obispos durante la rueda de prensa en la que ha informado sobre los asuntos tratados en la Comisión Permanente celebrada esta semana en Madrid.
García Magán, al ser cuestionado por la nota de prensa publicada por los obispos de Canarias en la que rechazan la instrumentalización ideológica, los discursos alarmistas o una acogida para los menores migrantes, ha pedido no dejar solos ante este problema a las iglesias del archipiélago.
“Incluso en Europa no pueden dejar a los países ribereños del sur, España, Italia, Grecia, al margen de la acogida. Ese repunte migratorio está vinculado a un contexto internacional de falta de seguridad y futuro, por lo que rechazamos la instrumentalización ideológica, y política y discursos alarmistas”, ha subrayado.
"La acogida a los migrantes se inscribe en la defensa integral de la vida"
En este sentido, García Magán ha advertido de que la acogida a los migrantes “se inscribe en la defensa integral que la Iglesia tiene que hacer de la vida humana y de la dignidad de las personas, y esa dignidad está desde la vida existente no nacida hasta su ocaso natural último”, ha recalcado.
De esta manera, ha destacado que la defensa integral de la vida no es solo “quedarnos en esa vida no nacida, es un sí a la vida que incluye el apoyo a los migrantes, el apoyo a los pobres, a los necesitados, a las mujeres maltratadas, a las nuevas esclavitudes, a los que están en situación de drogodependencia", ha comentado.
Además, ha mostrado su indignación hacia aquellos que vinculan la delincuencia con la inmigración, y establece una comparativa de cuando los españoles migraban a otros países en busca de un futuro mejor.
“Que pensaríamos si lo hubieran dicho a los españoles que en los cincuenta y los sesenta se ganaban el pan en Suiza, en Alemania, en Francia, y a lo mejor algún abuelo o bisabuelo de ustedes, gracias a ellos, pudieron estudiar o hacer un progreso social. Sería, como años atrás cuando teníamos la lacra del terrorismo, como decir que todo vasco era un presunto terorrista”, ha reflexionado.
Así las cosas, el secretario general de la Conferencia Episcopal asegura que a los delincuentes se les debe aplicar “el peso de la ley sea del color que sea o de la nacionalidad que tenga, pero no podemos etiquetar”, ha concluido.