Gil Tamayo, arzobispo coadjutor de Granada: "Uno vive los cambios con dolor pero haciendo la voluntad de Dios"
Gil Tamayo dejó hace pocas semanas la diócesis de Ávila para desempeñar su ministerio episcopal ayudando al arzobispo titular de Granada. 'ECCLESIA' en TRECE le ha entrevistado
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El pasado 1 de octubre, José María Gil Tamayo tomaba posesión como arzobispo coadjutor de Granada, cargo con el que ayudará a administrar la archidiócesis presidida por Javier Martínez. El programa ‘Ecclesia’ de TRECE ha podido hablar con él, para conocer de primera mano cuál es su tarea y cómo han sido sus primeros días en la ciudad andaluza.
Para Gil Tamayo, el cambio ha sido grande, porque ha pasado “de Castilla a esta tierra maravillosa de Granada”, en la que asegura que está “aprendiendo mucho y tratando de conocer, no solo el sitio, sino también a la gente, que me ha recibido con los brazos abiertos”. Al llevar poco tiempo, uno de los cambios que más acusa es el del clima: "Casi he cambiado de estación, porque he pasado de prácticamente el inicio del invierno, a las temperaturas suaves de Granada, y alguna vez que me he acercado a la costa, casi parecía verano” comenta Tamayo.
Además, ha querido también explicar en qué consiste el cargo de arzobispo coadjutor, que, en sus propias palabras, aunque no es un puesto que se vea mucho dentro de la Iglesia, “el coadjutor es el obispo que va a ayudar al titular cuando va a haber un final de pontificado, para que la diócesis no quede vacía cuando el Papa acepta la renuncia del obispo titular. Durante el tiempo previo, ayuda al pastoreo de la diócesis”.
En cuanto al cambio, el nuevo arzobispo de Granada piensa que “no es fácil, pero tampoco lo es para un sacerdote”. Cuenta también su experiencia después de varios traslados, para los que “hay que tener disponibilidad para ir donde el Papa te necesite”, aunque, eso sí, ni los sacerdotes ni los obispos son insensibles a estos cambios “y vives con dolor por dejar atrás personas, iniciativas y proyectos”.
Gil Tamayo habló también de la evangelización, que para él “es una prioridad, porque es también una prioridad de la Iglesia”. Su hoja de ruta es la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’, que escribió el Papa Francisco al inicio de su pontificado, y en la que “pide escuchar al pueblo de Dios, ya que es un documento programático que invita a llevar a la gente a Dios”.